Lagos, (EFE).- Un tribunal de la ciudad de Owerri, en el sudeste de Nigeria, condenó a muerte a un hombre que mandó asesinar a su esposa y luego vendió partes del cadáver por un millón de nairas (siete mil 500 dólares) para que fueran utilizadas en prácticas de hechicería. “Este es un caso típico de falta de humanidad”, dijo el juez Chioma Nwosu-Nheme al sentenciar a ser ahorcado a Robert Ibrahim Chilaka, de 42 años, tras hallarlo culpable de ser el autor intelectual del asesinato de su mujer.

El magistrado tildó a Chilaka de “un demonio en la piel de un humano” y tras emitir su veredicto dijo que el convicto “no merece piedad”.

Durante el juicio la fiscalía demostró que el asesino conspiró con otros cuatro hombres en 1998 para matar y descuartizar a su esposa, Cecilia, y que, tras extraer los órganos internos, arrojaron los restos a un río en Owerri.

Chilaka fue arrestado y acusado de asesinato en 1999, después de que sus cómplices fueron detenidos en posesión de los despojos mortales de la mujer y confesaron que planeaban llevarlos a Arabia Saudí para utilizarlos en rituales satánicos.

Las autoridades nigerianas han reforzado su lucha contra lo que denominan “el horror de las antiguas prácticas de hechicería” desde agosto pasado, cuando la policía encontró 50 cadáveres y también cráneos y huesos humanos en varios santuarios dedicados a la “magia negra” en un bosque del Estado norteño de Anambra.

Las fuerzas de seguridad detuvieron a treinta sospechosos tras recibir una denuncia de que en el área se practicaban sacrificios humanos para “agradar o aplacar a los dioses”.

El comisario de la policía de Anambra, Felix Ogbaudu, que dirigió personalmente las operaciones de allanamiento de los santuarios, dijo a los periodistas que el cuadro de tantos cadáveres había sido “escalofriante”.

“Se me cayeron las lágrimas ante el horrendo espectáculo de tantos restos humanos, algunos frescos, muchos decapitados, huesos amontonados durante muchos años de matanzas, féretros conteniendo cadáveres y rodeados de todo tipo de amuletos y botellas con brebajes”, dijo Ogbaudu.

Con casi 137 millones de habitantes -el país más poblado de África- que se integran en alrededor de 200 grupos tribales, Nigeria es considerado como uno de los mayores “rompecabezas humanos” del continente.

Desde su independencia de Gran Bretaña en 1960, el país ha sido escenario de frecuentes y sangrientos enfrentamientos que han tenido como origen la diversidad étnica y religiosa de las poblaciones, en constante disputa por cuestiones territoriales, políticas y económicas.

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