Un código acústico de nueve notas musicales. Es la forma en que el módulo europeo Beagle 2 debería comunicar que todo va bien. Sin embargo, aún no hay noticias del robot, cuya llegada a la superficie de Marte estaba prevista el jueves. Una nueva oportunidad para hacerlo será esta tarde.

El equipo de científicos estuvo esperando que el gigantesco radiotelescopio Lovell, situado en Jodrell Bank, al noroeste de Inglaterra, captara una señal entre las 23.00 horas del jueves (hora española) y la 1.30 horas de hoy, viernes, que informara de que el módulo, construido en Gran Bretaña, había amartizado.

“Jodrell Bank intentó contactar con Beagle 2 esta noche, pero no logró detectar una transmisión“, señala un comunicado del portavoz del proyecto Peter Barratt.

El robot explorador marciano debería haber emitido un código de nueve notas nada más tocar el suelo marciano, que indicaría a los controladores de la misión que había amartizado sin problemas. Sin embargo, los científicos ya no sólo buscan rastro de esta señal, sino de cualquier otra que pueda indicar que el Beagle está sano y salvo en Marte.

La última oportunidad para contactar con el pequeño robot Beagle 2 será esta tarde a las 18.15 horas GMT (las 19.15 horas en España), a través de la sonda estadounidense Mars Oddisey. Después, el módulo se quedará sin baterías. Toda la misión ha costado 300 millones de euros.

Posibles causas del fallo

Aunque los científicos todavía no quieren dar la misión por perdida, el ‘padre’ del robot marciano, Colin Pillinger, ha reconocido a la prensa cuatro motivos por los que el Beagle 2 todavía no habría dado señales de vida:


  • El pequeño robot explorador ha aterrizado en un lugar equivocado.


  • Durante el amartizaje la antena se ha golpeado (por el fallo de alguno de los airbags) y no es capaz de desplegarse de forma completa.


  • Hay un fallo en las comunicaciones entre la sonda Mars Global Surveyor (actualmente orbitando el planeta rojo) y el Beagle 2.


  • Un error durante la entrada en la órbita marciana, que pudiera haber provocado la desintegración del Beagle 2.

    No pierden la esperanza

    Sin embargo, los científicos no pierden la esperanza. “No hay ninguna duda en la mente del equipo (de científicos) de que Beagle se puede cuidar sola durante veinte días y tal vez más“, aseguró Pillinger.

    “De modo que no estamos preocupados por no poder estar en contacto”, añadió este científico sobre la misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) a Marte.

    Según el experto, tratar de captar la señal del robot es como “enviar a alguien una carta de amor. Uno sabe que la ha recibido, pero está a la espera de su respuesta”.

    Navidad amarga

    La llegada del Beagle 2 a Marte estaba prevista para las 3.54 horas del día de Navidad (hora española), pero el módulo no respondió a la primera posibilidad de contacto con la base espacial de la agencia estadounidense NASA Mars Odyssey a las 7.30 horas del jueves. Este silencio empaña el éxito europeo de enviar una sonda a Marte.

    La sonda ‘Mars Express’ – que transportaba al ‘Beagle 2’ y lo soltó el pasado 19 de diciembre- ya está en una órbita elíptica de posición casi polar, a 250 kilómetros de altitud, según confirmaron desde el centro de control. La maniobra era casi tan delicada como el aterrizaje del ‘Beagle2’.

    El éxito o el fracaso de ‘Mars Express’, con un coste de 300 millones de euros, determinaría en gran medida el prestigio de la ESA, que pretende tener un papel destacado en la iniciativa ‘Aurora’, que prevé la vuelta del hombre a la Luna entre 2020 y 2025, así como en una misión tripulada a Marte para 2025-2030.


  • Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2003/12/26/ciencia/1072401922.html