Sacrificio de animales, descuartizamientos humanos y tumbas profanadas son algunos de los actos atribuidos a los adoradores de Satanás.

Entre la maleza surge una serie de cruces, un penetrante olor a heces fecales impregna el viento y el sonido de grillos delatan que el lugar está completamente solo.

Este tipo de ambiente ha convertido a los viejos cementerios de Tegucigalpa en escenario de lo que muchos religiosos califican como centros de ritos satánicos.

Para el sacerdote Juan Ramón Barrera ese tipo de hechos contrarios a los valores morales y religiosos se han incrementado en los últimos años.

“La mayoría no conocemos muy a fondo sobre satanismo. Dicen que muchas sectas satánicas son las responsables de los descuartizamientos de personas, pero dichas versiones sólo tienen de un cinco a diez por ciento de credibilidad”, afirma Barrera.

La pobreza, el desempleo y la falta de orientación a la juventud

son de acuerdo al sacerdote las causas principales por las que muchos niños y jóvenes buscan integrarse a agrupaciones negativas.

Sobre la existencia de sectas satánicas en Honduras, el religioso opina que “hay quienes se valen de muchos medios para incrementar la delincuencia mediante ritos satánicos. No he estado frente a ninguna secta de esas, pero de que las hay en Honduras, las hay”. A pesar de que los casos de descuartizamiento de personas han surgido con cierta frecuencia en Tegucigalpa, Choluteca y especialmente San Pedro Sula, en el Ministerio Público se cuenta apenas con escasos registros, ya que este tipo de delitos no suelen ser denunciados por la población.

Según los reportes, la mayoría de los descuartizados son víctimas en los ritos satánicos que se practican en el país.


Magia negra para ridiculizar al cristianismo


De acuerdo a investigadores religiosos, existen diversos ritos practicados por los miembros de sectas satánicas, para los cuales utilizan símbolos gráficos que tallan en piedras o dibujan sobre cualquier superficie.

Uno de los símbolos más reconocidos por su aparición en películas de terror es la cruz invertida, la que durante los ritos de justicia satánica se coloca en el cuello de las víctimas, en especial si se le ha acusado de traición.

El triángulo es otra de las figuras utilizada en rituales diabólicos cuyo tamaño puede variar, pero que por lo general se dibuja en el piso para que el demonio pueda aparecer durante una ceremonia especial.

De acuerdo a la explicación de líderes cristianos, en la mayoría de los ritos satánicos se utiliza sangre animal o humana para imitar al cristianismo y así como Cristo derramó su sangre para el perdón de pecados, de la misma manera los satánicos utilizan sangre para sellar sus pactos y lograr sus propósitos.

La magia negra es uno de los ritos más practicados por brujos y adivinos durante el cual se blasfema contra Dios y se ridiculiza el cristianismo.


Atendiendo ritos satánicos Mareros son fanáticos de los desmembramientos


Cuando Leticia, de 18 años, escucha hablar sobre satanismo, no se sorprende.

Durante dos años formó parte de una de las maras más numerosas de Tegucigalpa, agrupación en la que se refugió al abandonar su casa debido a la desintegración familiar y a las golpizas que le daba su madre.

“En mi casa me hacía falta la comida y también el amor, por eso busqué la calle y las drogas. Un día conocí a unos mareros y me acerqué a ellos porque ellos se trataban como si fueran una familia, algo que nunca vi en mi casa”, dice Leticia.

La joven relata que en algunas ocasiones escuchó pláticas entre sus compañeros en las que se referían a descuartizamientos que harían al día siguiente.

“Algunos de mis compañeros eran satánicos. Yo nunca participé en ningún rito, pero sí recuerdo decir a unos que hablaban con el diablo”, comenta la joven sentada en una de las bancas de un centro de rehabilitación cristiano.

Leticia comenta que ella sentía miedo de participar en ese tipo de actividades, por lo que prefería mantenerse en silencio para evitar problemas.

“Yo oí a unos compañeros comentar sobre descuartizamientos que iban a hacer, eran fanáticos de matar a la gente partiéndola en pedazos”, asegura.

Esa información, sin embargo, no era del dominio de todos los miembros, si no de unos cuantos, dispuestos a cometer todo tipo de crímenes.

“Decían que les iban a arrancar el corazón a los primeros que pasaran y que se lo iban a comer. Eso era terrible pero yo le agradezco a Dios que me haya rescatado de la vida que llevaba”, afirma Leticia, quien desde hace dos años se retiró de su pandilla.

Jóvenes como Leticia son, de acuerdo a estudiosos del tema, las presas más fáciles para reclutamiento en las sectas satánicas.

De acuerdo a un informe del Programa Nacional de Prevención, Rehabilitación y Reinserción Social de Personas vinculadas a Maras y Pandillas, se estima que existen 489 grupos de maras a nivel nacional.

A muchos de sus integrantes se les asocia con la práctica de sacrificios humanos en ritos satánicos y aunque pudiera parecer una casualidad, es en el departamento de Gracias a Dios el único lugar del país donde no existen.


Líder de la iglesia de Satán “No hacemos sacrificios porque amamos la vida”


Muchas son las versiones en torno al tipo de actividades y ritos que practican los miembros de organizaciones satánicas, sin embargo, la mayoría desconoce la posición de sus líderes.

“Existen muchos mitos y tabúes, las historias de que se sacrifican niños y animales o que se matan personas en nuestras sectas pero esto no es más que un invento de la Iglesia Católica”, afirma un “sacerdote” satánico.

De acuerdo a los satanistas, sus miembros no son delincuentes, ni asesinos, ni se pasan la vida en el sacrificio de gente en extraños rituales, pues la vida es uno de sus principales valores.

“Los satanistas somos personas que celebramos la vida, no nos obsesionamos con la muerte y vivimos la vida al máximo, de ahí es porque el día más importante para nosotros es nuestro cumpleaños”, aclara el líder.

Con respecto a la imagen de la cabra que para la iglesia representa al mal, los satanistas tienen un concepto muy diferente.

Su filosofía enseña que el macho cabrío, así como otros animales cornudos en general, han sido desde la prehistoria un símbolo de fecundidad, sexualidad y vida.

“Los cristianos fueron quienes empezaron a identificar al animal cornudo con el mal, lo cual no es más que una imagen falsa y propia de una religión que niega el placer y la vida, y que en su lugar glorifica la muerte y el sufrimiento”, asegura el satanista.

El amor a la vida, la libertad, la sed inagotable de conocimientos y el tener el dominio propio sobre la vida misma, son algunos de los valores que afirman tener los miembros de una secta satánica.

La versión cristiana y la versión de los satánicos sobre sus sectas difieren enormemente, quien tiene la verdad?, esa respuesta sólo puede hallarse en la mentalidad de cada hondureño.


Fuente: http://tribuna.icomstec.com/news/index.php?id=51717&mode=2