Los “remedios” homeopáticos disfrutan un estatus único en el mercado de la salud: están en la única categoría de productos inservibles legalmente mercados como drogas. Esta situación es el resultado de dos circunstancias. Primero, el Acto Federal de Comida, Droga, y Cosméticos de 1938, el cual fue metido al Congreso por un medico homeópata quien era senador, reconoce como drogas todas la sustancias incluidas en la Farmacopea Homeopática de los Estados Unidos. Segundo, la Administración de Comida y Drogas (FDA) no sujeta los productos homeópatas a los mismos estándares que otras drogas. Hoy en día, se venden en tiendas de alimentos, en farmacias, en oficinas de practicantes, por medio de distribuidores multinivel, por correo, y en la Internet.

Samuel Hahnemann (1755-1843), un medico Alemán, comenzó formulando los principios básicos de la homeopatía a finales de 1700. Hahnemann estaba justificablemente consternado por las sangrías, purgas, uso de sanguijuelas, y otros procedimientos médicos de sus días que hacían mas daño que bien. Pensando que estos tratamientos intentaban “balancear los ‘humores’ del cuerpo mediante efectos opuestos”, desarrollo entonces su “ley de similares” – una noción que dice que los síntomas de una enfermedad pueden ser curados por cantidades extremadamente pequeñas de substancias que producen síntomas similares en gente sana cuando se administran el cantidades grandes. La palabra “homeopatía” es derivada de las palabras Griegas “homoios” (similar) y “pathos” (sufrimiento o enfermedad).

Hahnemann y sus primeros seguidores llevaron a cabo “pruebas” en las cuales administraban hierbas, minerales, y otras sustancias a gente sana, incluyéndose a ellos mismos, y llevaron registros detallados de lo que observaron. después estos registros fueron compilados en largos libros de referencia llamados “materia medica”, los cuales son usados para identificar los síntomas de un paciente con su droga “correspondiente”.

Hahnemann declaro que las enfermedades representan un disturbio en la habilidad del cuerpo para curarse el mismo y solo una hace falta un pequeño estimulo para comenzar el proceso de sanación. También afirmaba que las enfermedades crónicas eran manifestaciones de comezones suprimidas (psora) un tipo de miasma o espíritu maligno. Al principio uso dosis pequeñas de medicamentos aceptados. Pero luego uso enormes diluciones y teoretizó que entre mas pequeña la dosis, mas fuerte el efecto – una noción comúnmente referida como la “ley de infinitesimales”. Eso, desde luego, es solo lo opuesto a la relación dosis-respuesta que los farmacólogos han demostrado.

Las bases para la inclusión en la Farmacopea Homeopática no son experimentos científicos, sino “pruebas” homeopáticas conducidas durante los 1800’s y principios de 1900’s. La edición actual (novena) describe como más de mil sustancias son preparadas para uso homeopático. No identifica los síntomas o enfermedades por los cuales los productos homeopáticos deben ser usados, eso es decidido por el practicante o fabricante del producto. El hecho de que las sustancias listadas en la Farmacopea Homeopática son reconocidas legalmente como “drogas” no significa ni que la ley o la FDA las reconozca como efectivas.

Como los remedios homeopáticos fueron de hecho menos peligrosos que esa ortodoxia medica del siglo diecinueve, muchos practicantes médicos comenzaron a usarlos. Al paso del siglo veinte, la homeopatía tenia unos 14,000 practicantes y 22 escuelas en los Estados Unidos. Pero al avanzar la ciencia y la educación medica, la homeopatía declino notablemente en América, donde sus escuelas fueron cerradas o convertidas a los métodos modernos. La ultima escuela puramente homeópata en Estados Unidos fue cerrada durante 1920.

Muchos homeópatas afirman que ciertas personas tienen una afinidad especial a un remedio particular (su “remedio constitucional”) y responderán bien a el cuando se les trate una variedad de enfermedades. Estos remedios pueden ser prescritos de acuerdo al “tipo constitucional” de la persona – nombrado así por su remedio correspondiente en una manera que semeja al tipo astrológico. Por ejemplo, se dice que el “tipo ignatia” es nervioso y muchas veces tiende a llorar, y no le gusta el humo del tabaco. El tipo “Pulsatilla” es una mujer joven, con cabello rubio o café claro, ojos azules, y complexión delicada, quien es gentil, temerosa, romántica, emocional, y amistosa pero tímida. El “tipo Nux Vomica” se dice ser agresivo, belicoso, ambicioso, e hiperactivo. Al “tipo Sulfur” le gusta ser independiente. Y así. ¿Acaso suena esto como una base racional para diagnostico y tratamiento?

Los productos homeopáticos son hechos de minerales, sustancias botánicas, y varias otras fuentes. Si la sustancia original es soluble, una parte es diluida ya sea con nueve o noventa y nueve partes de agua destilada y/o alcohol y agitado vigorosamente (sucusado). Si no es soluble, entonces es finamente cortado y pulverizado en proporciones similares con lactosa en polvo (el azúcar de la leche). Una parte de la medicina diluida se diluye todavía mas, y el proceso es repetido hasta que la concentración deseada es alcanzada. Las diluciones de 1 a 10 son designadas por el numero Romanos “X”. O sea que una dilución a 1X es 1 décimo de la sustancia original, o sea, que esta diluida a un radio de 1 a 10 (1X = 1/10). Las diluciones de 2X son diluidas a un radio de 1 a 100, o sea, una parte del producto por 100 partes de agua, alcohol, o lactosa. Las diluciones 3X contienen 1/1,000 del producto original, las 6X contienen 1/1,000,000, y así sucesivamente.

De manera similar, las diluciones de 1 a 100 son designadas por el numero romano “C”. Por ejemplo, las diluciones 1C tienen 1/100 del producto original, las 3C = 1/1,000,000, y así.

La mayoría de los remedios de hoy en día andan entre las 6X y las 30X, pero se venden productos de 30C o mas.

Una dilución de 30X significa que la sustancia original ha sido diluida 1,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000 de veces. Asumiendo que un centímetro cúbico de agua contiene 15 gotas, entonces este numero es mayor que el numero de gotas de agua que podría llenar un contenedor de mas de 50 veces el tamaño de la Tierra.

El “Oscillococcinum”, un producto diluido a 200C que se vende para “el alivio de síntomas de resfriados e influenza”, tiene una dilución que va todavía mas lejos. Su “ingrediente activo” es preparado incubando por 40 días pequeñas cantidades de hígado y corazón de pato recientemente muerto. La solución resultante es filtrada, congelada en seco, rehidratada, diluida repetidamente, e impregnada en gránulos de azúcar. Si una sola molécula del corazón o hígado del pato muerto fuera so sobrevivir la dilución, su concentración seria de 1 en 1x10e400 [editado por Web master]. Este vasto numero, que contiene 400 ceros, es bastamente mas grande que el numero de moléculas estimadas en el universo, que son aproximadamente de un “googol”, el cual es un 1 seguido por 100 ceros. En la edición de Febrero 17 de 1997 de la revista U.S. News & World Report nota que solamente un pato por año es necesario para manufacturar el producto, el cual tuvo ventas totales de $20 millones de dólares en 1996. La revista le llamo a la desafortunada ave “el pato de los $20 millones de dólares”.

De hecho, las leyes de química dicen que hay un limite en la dilución que pueda hacerse sin perder la sustancia original completamente. Este limite, llamado el numero de Avogadro, corresponde a las potencias homeopáticas de 12C o 24X (o sea, 1 parte por 1,000,000,000,000,000,000,000,000 partes).

El mismo Hahnemann se dio cuenta que virtualmente no había posibilidad que siquiera una molécula de la sustancia original fuera a quedar después de diluciones extremas. Pero el creía que la pulverización o agitación vigorosa con cada paso del proceso de dilución dejaba atrás una esencia “tipo espiritual” que “no era ya perceptible a los sentidos” y que curaba al revivir la “fuerza vital” del cuerpo. Los proponentes modernos aseguraban que incluso cuando la ultima molécula se haya ido, un “recuerdo” de la sustancia es retenida. Esta noción no tiene sustento. Mas aun, si esto fuera verdad, cada sustancia encontrada por una molécula de agua podría dejar impresa una “esencia” que pudiera ejercer efectos medicinales poderosos e impredecibles cuando se ingirieran por una persona.

Muchos proponentes afirman que los productos homeopáticos se asemejan a las vacunas porque los dos proveen un pequeño estimulo que desencadena una respuesta inmune. Esta comparación no es valida. Las cantidades de ingredientes activos en las vacunas son mucho mayores y pueden ser medidas. además, las inmunizaciones producen anticuerpo cuya concentración en la sangre puede ser medida, pero los productos homeopáticos altamente diluidos no producen respuestas que puedan medirse. además, las vacunas son usadas preventivamente, no para curar síntomas.

Stan Polanski, un asistente medico que trabaja en Salud Publica cerca de Asheville, en Carolina del Norte, propuso otros puntos de vista:

– Imagina como muchos compuestos deben estar presentes, en cantidades de una molécula o mas, en cada dosis de una droga homeopática. Aun bajo las condiciones escrupulosamente mas limpias, el polvo flotando en las instalaciones de manufactura deben acarrear miles de diferentes moléculas de origen biológico derivadas de fuentes locales (bacterias, virus, hongos, gotas respiratorias, células de piel muertas, heces de insectos, etc.) además de fuentes distantes (como polen, partículas de tierra, productos de combustión, etc.), junto con partículas de minerales de origen terrestre e incluso extraterrestre (como el polvo de meteoro, etc.). Similarmente, los diluyentes “inertes” usados en el proceso deben tener su propia librería de microcontaminantes.

– El proceso de dilución/potenciación en la homeopatía envuelve una dilución de pasos llevada a extremos fantásticos, con “sucusión” entre cada dilución. La “sucusión” envuelve el agitamiento o revolvimiento del contenedor en cierta manera. Durante el proceso paso a paso de la dilución, ¿como se supone que la droga preparada resultante sepa cual de la infinidad de sustancias en el contenedor es la que se esta tratando de diluir? ¿Como pueden estos millones de compuestos químicos saber que se requiere que se hagan a un lado mientras a la molécula del producto curativo se le da el estatus de “curadora”? Que este escenario pueda llevar a distintos productos que puedan ser usados para tratar enfermedades particulares es mas allá que imposible.

– Por eso, hasta que los apologistas de la homeopatía puedan aportar un mecanismo plausible (no mágico) para la “potenciación” mediante dilución de precisamente una de muchas sustancias en cada uno de sus productos, es imposible aceptar que tienen correctamente identificados lo ingredientes activos en sus productos. Cualquier estudio que afirme demostrar la efectividad de un medicamento homeópata no debe ser aceptado así nada mas porque si a menos que incluya una lista de todas las sustancias presentes en concentraciones iguales o mayores que el supuesto ingrediente activo en cada paso del proceso de dilución, junto con las razones correspondientes para no aceptar como el ingrediente activo a cada uno de estos otros elementos incluidos en el compuesto.

– El proceso de “probar” mediante el cual los homeópatas decidieron cual medicina es para cada síntoma no es mas sensible que el anterior. Las pruebas involucran el tomar varias substancias registrando cada estornudo, dolor, movimiento, o comezón que ocurriera después – a veces por varios días. Los seguidores de la homeopatía dan por hecho que cada sensación reportada fue causada por cualquiera que fuera la sustancia administrada, y esas dosis extremadamente diluidas de esa sustancia serian entonces la cosa correcta para tratar a cualquiera de esos síntomas específicos.

El Dr. Park ha notado que para esperar el obtener aunque sea una sola molécula de la sustancia “medicinal” supuestamente presente en las pastillas de 30X, seria necesario tomar unas dos mil millones de pastillas, las cuales seria un total de miles de toneladas de lactosa mas todas las impurezas que la lactosa contuviese.

Algunos fabricantes homeópatas venden doce productos minerales altamente diluidos llamados “sales de células” o “sales de piel”. Se afirma que estas son efectivas contra una gran variedad de enfermedades, incluyendo apendicitis (con ruptura y sin ruptura), calvicie, sordera, insomnio, y lombrices. Su uso se basa en la noción de que la deficiencia mineral es la causa básica de la enfermedad. Sin embargo, muchos están tan diluidos que no podrían corregir una deficiencia mineral ni aunque una estuviera presente. El desarrollo de este acercamiento es atribuido al medico del siglo diecinueve llamado W. H. Schuessler.

Algunos médicos, dentistas, y quiroprácticos usan aparatos “electrodiagnósticos” para ayudar a seleccionar los remedios homeopáticos que ellos prescriben. Estos practicantes afirma que pueden determinar la cause de cualquier enfermedad mediante la detección de “desbalances de energía” causando el problema. Algunos también afirma que los aparatos pueden detectar si alguien es alérgico o sensible a comidas, vitaminas, y/o otras substancias. El procedimiento, llamado “electroacupuntura de acuerdo a Voll” (EAV por sus siglas en inglés), “electrodiagnosis”, o “electrodermal screening”, fue comenzado durante finales de los años 1950’s por Reinhold Voll, un medico de Alemania Oeste quien desarrollo el aparato original. Los modelos subsecuentes incluyen al “Vega”, “Dermaton”, “Accupath 1000”, y al “Interro”.

Los proponentes afirman que estos aparatos miden los disturbios en el flujo de la “energía electro-magnética” a lo largo de los “meridianos de acupuntura”. Sin embargo, tan solo son galvanómetros que miden la resistencia eléctrica de la piel del paciente cuando se le toca con un sensor. Cada aparato contiene una fuente de bajo voltaje. Un cable conectado al aparato va hacia un cilindro de bronce cubierto de gasa húmeda que el paciente detiene en una mano. Un segundo cable va a conectado a un sensor, con el cual el operador toca los “puntos de acupuntura” en el pie del paciente o en otra mano. Esto completa el circuito eléctrico y el aparato registra el fluido de la corriente. La información es entonces enviada a un medidor que provee una lectura numérica. El numero depende de que tan fuerte es presionado el sensor contra la piel del paciente. Versiones recientes, como el “Interro”, emiten sonidos y proveen la lectura en una pantalla de computadora. El tratamiento seleccionado dependerá de que es lo que desee hacer el practicante y puede incluir acupuntura, cambio de dieta, y/o suplementos vitamínicos, así como productos homeopáticos. Agencias regulatorias han decomisado varios tipos de aparatos de electroacupuntura pero no han hecho esfuerzos sistemáticos para sacarlos del mercado.

Ya que muchos remedios homeopáticos no contienen cantidades detectables de ingredientes activos, es imposible probar si contienen lo que sus etiquetas dicen que tienen. Al contrario de las drogas mas potentes, no ha sido probada su efectividad contra enfermedades por experimentos clínicos doble-ciegos. De hecho, la vasta mayoría de los productos homeopáticos jamás han sido probados.

En 1990, un articulo en la revista Review of Epidemiology analizo 40 pruebas aleatorias que habían sido comparadas con tratamientos homeopático contra un tratamiento estándar, un placebo, y sin ningún tratamiento. Los autores concluyeron que todos menos tres de las pruebas tuvieron grandes fallas en su diseño y que solo uno de esos tres reporto un resultado positivo. Los autores concluyeron que no existe evidencia de que el tratamiento homeopático tenga mas valor que un placebo.

En 1994, la revista Pediatrics publico un articulo afirmando que el tratamiento homeopático había demostrado ser efectivo contra casos leves de diarrea entre niños de Nicaragua. La afirmación fue basada en hallazgos que, en ciertos días, el grupo “tratado” tenia menos cerotes sueltos que al grupo placebo. Sin embargo, Sampson y London escribieron que:

1. El estudio uso un esquema diagnostico y terapéutico no probado y no confiable.

2. No hubo protección contra adulteración del producto

3. La selección del tratamiento fue arbitraria

4. La información fue agrupada desordenadamente y contenía errores e inconsistencias.

5. Los resultados tenían signficancia clínica cuestionable, y

6. No había importancia de salud publica porque el único remedio requerido para la diarrea leve entre niños es la ingestión adecuada de fluidos para prevenir o corregir la deshidratación.

En 1995, el Prescrire International, un diario Francés que evalúa productos farmacéuticos, publico una literatura que concluía:

“Como los tratamientos homeopáticos son generalmente usados en condiciones con resultados variables o mostrando mejoramientos espontáneos (de ahí su respuesta tipo placebo), estos tratamientos son mayormente considerados a tener un efecto algunos pacientes. Sin embargo, a pesar de el gran numero de pruebas comparativas llevadas a cabo hasta la fecha, no existe evidencia de que la homeopatía sea mas efectiva que la terapia placebo dada en condiciones idénticas”.

En Diciembre de 1996, un largo reporte fue publicado por el Grupo de investigación de Medicina Homeopática (HMRG por sus siglas en ingles), un panel de expertos convenido por la Comisión de Comunidades Europeas. El HMRG incluía a médicos-investigadores homeópatas, y expertos en investigación clínica, farmacología clínica, bioestatistas, y epidemiólogos clínicos. Su propósito fue evaluar reportes publicados y no publicados de pruebas controladas de tratamientos homeopáticos. después de examinar 184 reportes, los panelistas concluyeron:

1. Solo 17 fueron diseñados y reportados lo suficientemente bien para ser considerados.

2. En algunas de estas pruebas, las aproximaciones homeopáticas pudieron haber ejercido un efecto mayor que un placebo o ningún tipo de tratamiento, y

3. El numero de participantes en estas 17 pruebas fue muy pequeño para sacar cualquier conclusión sobre la efectividad de los tratamientos homeópatas para cualquier condición especifica.

Puesto simplificadamente: La mayoría de la investigación homeopática no vale nada, y ningún producto homeopático ha sido probado como efectivo para ningún propósito terapéutica. La Cámara Nacional Contra el Fraude contra la Salud ha advertido que “la naturaleza sectariana de la homeopatía levanta serios cuestionamientos sobre la confiabilidad de los investigadores homeópatas”.

En 1997, una autoridad de salud en Londres decidió parar de pagar por tratamiento homeopático después de concluir que no había suficiente evidencia para soportar su uso. El Lambeth, Southwark, y el Lewisham Health Authority han referido a mas de 500 pacientes por año al Hospital de homeopatía Real en Londres. Doctores en salud publica en la autoridad revisaron la literatura de las publicaciones científicas como parte de un movimiento general hacia la compra solo de tratamientos basados en evidencia. El grupo concluyo que muchos de los estudio fueron fallados metodológicamente y que investigaciones recientes por el Hospital homeópata Real no contenían evidencia convincente de que la homeopatía ofreciera beneficio clínico.

Los proponentes claman a los cuatro vientos algunos resultados “positivos” como prueba de que la “homeopatía funciona”. Aun si sus resultados pudieran ser reproducidos consistentemente (lo cual parece no ser así), lo mas que un estudio de un solo remedio para una sola enfermedad pudiera probar es que ese preciso remedio es efectivo contra esa precisa enfermedad. Esto no validaría las teorías básicas de la homeopatía o probaría que ese tratamiento homeopático sirve para otras enfermedades.

Los efectos placebo pueden ser poderosos, claro, pero el beneficio potencia de aliviar los síntomas con placebos debe ser comparado contra el daño que puede resultar de confiar en – y gastar dinero en – productos inefectivos. La remisión espontánea es también un factor de la popularidad de la homeopatía. Yo creo que la mayoría de la gente quienes acreditan un producto homeopático por su recuperación les hubiera ido igualmente de bien sin el.

Los homeópatas están trabajando duro para que sus servicios sean cubiertos bajo el seguro nacional de salud. Ellos afirman que proveen cuidados que son mas seguros, suaves, “naturales”, y menos caros que los cuidados convencionales – y mas consternados con la prevención. Sin embargo, los tratamientos homeópatas no prevén nada, y muchos lideres homeópatas están en contra de la inmunización. Igualmente mal, un reporte de la Conferencia del Centro Nacional para homeopatía en 1997, describía como un medico homeópata había sugerido usar productos homeopáticos para ayudar prevenir y tratar enfermedades de la arteria coronaria. De acuerdo al articulo, un expositor recomendó varios productos 30C y 200C como alternativas a la aspirina o drogas de reducción de colesterol, las dos de las cuales han probado que reducen la incidencia de ataques al corazón e infartos.

En una encuesta conducida en 1982, la FDA encontró algunos de los productos vendidos para enfermedades serias, incluyendo enfermedades del corazón, desordenes de riñón, y cáncer. Un extracto de tarántula supuestamente era para la esclerosis múltiple. Un extracto de veneno de cobra para cáncer.

Durante 1988, la FDA tomo acción contra compañías que vendían “parches de dieta” con falsas promesas de que podían reprimir el apetito. La mayor de éstas compañías, la Meditrend International, de San Diego California, instruía a los usuarios a poner 1 ó 2 gotas de una “solución homeópata de control de apetito” en un parche y usarlo todo el día fijado a un “punto de acupuntura” en la muñeca para suprimir “bioelectrónicamente” el centro de control de apetito en el cerebro.

El vendedor homeópata más charlatán de América parece ser la Biological Homeopathic Industries (BHI) de Albuquerque, Nuevo México, la cual, en 1983, envió un catalogo de 123 páginas a 200,000 médicos a lo largo de la nación. Sus productos incluían BHI Estimulador Anticáncer, BHI Antivirus, BHI Infarto, y otros 50 tipos de tabletas que afirmaban ser efectivas contra enfermedades serias. En 1984, la FDA forzó a la BHI a detener su distribución de varios de sus productos y bajar el tono de sus afirmaciones de otros. Sin embargo, la BHI ha continuado haciendo afirmaciones ilegales. En su Referencia Médica de 1991 (“para uso de profesionales del cuidado de la salud únicamente”) inapropiadamente recomendó productos para fallos cardiacos, sífilis, fallos de riñón, visión borrosa, y muchas otras condiciones. El brazo publicista de la compañía edita la revista cuatrimestral Biological Therapy: Journal of Natural Medicine, la cual contiene regularmente artículos cuyos autores hacen afirmaciones cuestionables. Un artículo en la edición de Abril de 1992, por ejemplo, lista “indicaciones” para usar productos BHI y Heel (distribuidos por BHI) para mas de cincuenta condiciones, incluyendo cáncer, angina de pecho, y parálisis. Y la edición de Octubre de 1993, dedicada al tratamiento homeópata para niños, incluye un artículo recomendando productos para infecciones bacteriales agudas del oído. El artículo era descrito como selecciones de seminarios de Heel dados en varias ciudades por un homeópata de Nevada quien también servía como editor médico de Biological Therapy. En 1993, Heel publicó un libro de cubierta dura de 500 páginas describiendo cómo usar sus productos para tratar alrededor de 450 condiciones médicas. Doce páginas del libro cubrían las “fases de la enfermedad neoplasia y neoplasma” (neoplasma es un término médico para tumor). En Marzo de 1998, durante una convención de osteopatía en Las Vegas, Nevada, un exhibidor de Heel distribuía copias de el libro cuando se le pedía información detallada en como usar los productos Heel.

Si la FDA (Food and Drug Administration) requiriera que fuera probada la efectividad de los remedios homeopáticos para que permanecieran en el mercado -tal y como se hace con otras categorías de drogas- la homeopatía encararía su extinción en los Estados Unidos. No obstante, no hay indicación de que la agencia este considerando esto. Oficiales de la FDA tienen a la homeopatía como relativamente benigna (comparada, por ejemplo, con productos no certificados y vendidos contra el cáncer y el SIDA) y creen que hay otros problemas deben tener que merecen su atención prioritaria. Si la FDA atacara la homeopatía demasiado vigorosamente, sus proponentes podrían incluso persuadir a los congresistas susceptibles a rescatarlos. No obstante este riesgo, la FDA no debería permitir que fueran vendidos productos inservibles que se proclamen como efectivos. Tampoco debería tolerar la presencia de aparatos “electrodiagnósticos” falsos en el mercado.

En Agosto de 1994, cuarenta y dos críticos prominentes de las falsas curaciones y la pseudociencia pidieron a la agencia FDA que retuviera la venta de productos homeopáticos. La petición insta a la FDA a iniciar un procedimiento reglamentado para requerir que todas las drogas homeopáticas que se vendan sobre el mostrador alcancen los mismos estándares de seguridad y efectividad como las drogas no homeopáticas que también se venden sobre el mostrador. También pide una aviso de cautela al publico donde se indique que aunque la FDA ha permitido la venta de remedios homeopáticos, ésta no reconoce su efectividad. La FDA no ha respondido aún a la petición. Sin embargo, en Marzo 3 de 1998, en un simposio patrocinado por la revista Good Housekeeping, el anterior comisionado de la FDA, David A. Kessler, M.D., J.D., reconoció que los remedios homeopáticos no funcionan pero que el no intentaría reprimirlos porque él sentía que el Congreso no soportaría una reprimenda.

Fuente: Pendiente