Durante el siguiente ensayo, usted se enterará que:

1.- Aunque los hallazgos del estudio de 1990 fueron biológicamente interesantes, la duración del tratamiento con la Hormona Humana del Crecimiento (HGH) fue tan corto que es posible que los efectos secundarios no pudieron tener tiempo de haber emergido, y fue claro que los resultados no fueron suficientes para servir como una base para recomendaciones de tratamiento

2.- Las inyecciones de HGH no han probado ser seguras

3.- Estudios que han seguido al reporte de 1990 por Rudman y otros confirman los efectos de la HGH en la composición del cuerpo pero no muestran mejoría en su función

4.- Los aminoácidos vendidos y que son llamados “liberadores de la HGH” para ser ingeridos oralmente no pueden funcionar porque pasan a ser digeridos

No sé ustedes, pero yo estoy cansado de cambiarle a los canales de televisión por cable y encontrarme con muchos diversos comerciales vendiendo lo que ellos llaman “El Milagro de la Juventud”.

Uno de estos comerciantes presenta a la señora Rosario Iglesias Rosas, una mujer atleta de edad muy avanzada (el comercial dice que tiene 92 años pero en su sitio Web dice tener 93) a quien todavía se le pudo ver corriendo en competencias de carreras maratónicas y de corta distancia hasta el año pasado. “Chayito” sale en su casa mostrándonos sus medallas y trofeos diciéndonos que tomando el producto que vende www.eskiny.com es como se ha mantenido viva y con fuerzas hasta tan avanzada edad.

El producto que ellos llaman SECRETAGOGUE 3×3 (secretagogue es cualquier hormona u otro agente que cause o estimule una secreción) lo distribuyen en México a través del sitio en Internet www.biojoven.com o llamando al teléfono 01-662-289-0940. En el comercial afirman que el secreto está en la Hormona Humana del Crecimiento o conocida por sus siglas en inglés, HGH. Ofrecen un pequeño frasco con atomizador con 29.5 onzas fluidas de lo que llamaron secretagogue 3×3 además de una fórmula efervescente en paquetes de 9 gramos al parecer color naranja disoluble en agua que llamaron precursor o SECRETAGOGUE K-28 y esas son las dos presentaciones actuales de un producto que ellos llaman “liberador oral de la hormona humana del crecimiento”.

Después presentan al conocido actor mexicano Jorge Rivero diciendo que el supuesto “Milagro de la Juventud” puede “reducir drásticamente las arrugas”, “reducir la caída del cabello”, y “mejorar la elasticidad y textura de la piel” entre otras bondades. Hasta llegan a afirmar textualmente que “en la actualidad muchos doctores consideran que el envejecimiento es una enfermedad”.

Al final Doña Chayito nos dice “yo lo único que les recomiendo es que ustedes siguieran tomando esto”…

Escarbando un poco más, se da uno cuenta que www.biojoven.com redirige la información y ventas al sitio www.eskiny.com en donde afirman que además de las bendiciones ya mencionadas, con el secretagogue 3×3 puedes “perder peso, recobrar tu color de cabello original, restaurar su vida sexual, tener más energía, restaurar masa muscular y fortalecer huesos, reducir presión sanguínea, reducir el colesterol, regenerar hígado, riñones y pulmones” y ofrecen varios testimonios de personas que supuestamente están contentas con el producto.

Afirman que su producto, cuyo precio es de $495 pesos (sin descuento el precio es de $625 pesos) por un frasco y $825 pesos por dos frascos “con el tercero de obsequio”, “libera la hormona del crecimiento” y que “el efecto que la HGH causa en el organismo es casi mágico pues afecta a casi todas las células del cuerpo, ayudando a regenerar la piel, huesos, corazón, pulmones, hígado y riñones, llevándolos a sus niveles de juventud y más”. Dicen además que “el fruto de las investigaciones es el SECRETAGOUGE 3X3 y SECRETAGOGUE K-28 una fórmula … que reúne muchos aminoácidos y precursores que actúan en sinergia y que estimula a la glándula pituitaria a recuperar su capacidad de liberación natural de HGH.” Continúa diciendo más adelante que sus dos productos utilizan “un complejo liberador de la hormona del crecimiento único y exclusivo, y un sistema de administración que permite que lo absorba el sistema digestivo, que lo transporte adecuadamente la sangre y produzca los efectos descritos”.

El sitio www.eskiny.com y www.biojoven.com son sitios de venta propiedad de Ventas Universal, S.A. de C.V. que a su vez es una de las 13 empresas del Corporativo REYVAL, cuyo presidente es el Ing. Rubén Reynaga, y se dedican principalmente a las ventas de multi-nivel. Sus oficinas están en Hermosillo, Sonora, pero sus comerciales se transmiten por televisión en todo América Latina.

El Secretagogue-3×3 supuestamente contiene 5 mg de Aislado de Péptido de Pituitaria Anterior, 10 mg de Arginina, 15 mg de GABA (Ácido-Gamma-AminoButírico), además de 1 mg de Ginkgo Biloba, 5 mg de Glicina, 5 mg de L-Glutamina, 5 mg de L-Tirosina, 5 mg de Lisina, 5 mg de Niacina, 5 mg de Ornitín, 5 mg de Piroglutamato, 15 mg de Selenio, 1 mg de Stevia, 10 mg de Vicia Fab Major (extracto de Haba), 33 UI de Beta Caroteno, 385 mcg de Piridoxina, 15 UI de d-alfa succenato tocoferol, y 5 mg de Zinc todo esto en una base de 7% de Alcohol, glicerina, proteína vegetal hidrolizada, saborizante de frambuesa, sorbato de potasio, y otros rastros más. El extracto de hierbas supuestamente contiene polen, agua desionizada, jengibre, inosina, octocosanol, mono-, oligo-, y poli-sacáridos farmacéuticos, y ginseng siberiano. En el sitio de www.jennytech.com indican que el Secretagogue-3×3 que por cada 30 ml contiene 12.5 nM de Citrato de Sodio, 0.10% de Paraben Metil, 1.01% de Paraben Propil, y un recombinado de Hormona Humana del Crecimiento de 18.75 mcg. Este rHGH pierde su potencia a razón del 1% mensual.

El producto se fabrica en Estados Unidos, quizá por Jenny Tech o alguna empresa similar, y es importado y comercializado en México y en el resto de la América Latina entre otros por la empresa del Ing. Reynaga. En los Estados Unidos el producto es considerado como “suplemento alimenticio” por no poder comprobar ningún beneficio medicinal ante la Administración Federal de Medicinas.

Lo que esta empresa mexicana está haciendo es un delito federal, es un fraude. Es ilegal y es un crímen defraudar de esta manera a los consumidores.

De hecho, la empresa norteamericana Neways International de Springville, Utah, recientemente se declaró culpable del delito de distribuir ilegalmente un producto que contenía hormona humana del crecimiento. El producto, llamado BioGevity, era pregonado como que tenía un efecto rejuvenecedor, incluyendo el tener la habilidad de “bajar el colesterol, bajar los triglicéridos, incremental los niveles de IGF-1, mejorar la frecuencia sexual, disminuir la aparición de arrugas, e incrementar la pérdida de grasa en el cuerpo”. El material promocional de Newdays también afirmaba que su atomizador oral era el equivalente a la HGH inyectable. Como parte del acuerdo con el gobierno, Neways accedió a pagar una fianza criminal de $500 mil dólares perder el derecho a $1,250,000 dólares que representaban las ganancias que tuvieron por haber vendido BioGevity desde Marzo de 1999 hasta Abril del 2000, cuando quitó la hormona de su fórmula. Neways vendió unos 100 mil frascos de BioGevity durante el tiempo que contenía HGH en el producto. La HGH no se puede vender sin prescripción médica en los Estados Unidos. Newways también es una compañía multi-nivel.

Lo siguiente es una traducción de un artículo originalmente publicado en www.quackwatch.com y que trata de manera muy entendible el tema:

Estafas de la Hormona del Crecimiento
Por Stephen Barrett, M.D.
Traducido de http://www.quackwatch.org/01QuackeryRelatedTopics/hgh.html
Última revisión y corrección el 5 de Mayo del 2003.

La hormona humana del crecimiento (o HGH por sus siglas en inglés) es una sustancia secretada por la glándula pituitaria que promueve el crecimiento durante la niñez y la adolescencia. La hormona del crecimiento actúa en el hígado y en otros tejidos para estimular la producción del factor de crecimiento I tipo insulina (IGF-I por sus siglas en inglés), que es responsable para los efectos promotores de crecimiento de la hormona del crecimiento y también refleja la cantidad producida. Los niveles de IGF-I circulante tienden a disminuir l envejecer la gente o al volverse obesa [1]. A muchos comerciantes les gustaría que tú creyeras que incrementando los niveles sanguíneos de HGH podrías reducir la grasa del cuerpo, construir músculo, mejorar tu vida sexual, la calidad de tu sueño, visión y memoria, restaurar el crecimiento de tu cabello y su color, reforzar el sistema inmune, normalizar el azúcar sanguíneo, incrementar energía, y “regresar el reloj biológico de tu cuerpo”. Este artículo rastrea la historia de estas afirmaciones y te dice por qué deberías descartarlas.

Comercializando “Hechos Memorables”

El impulso que populariza a la hormona del crecimiento comenzó hace unos 20 años con la publicación del libro “Life Extension: A Practical Scientific Approach” por Durk Pearson y Sandy Shaw [2]. La premisa central del libro fue que grandes cantidades de vitaminas, minerales, amino ácidos, y otras sustancias podían ayudar a la gente a añadir músculos, quemar grasa, y vivir mucho más tiempo. Aunque su consejo no tenía base científica [3,4], Pearson y Shaw hicieron cientos de apariciones en programas de entrevistas que incrementaron las ventas de las sustancias que ellos recomendaban.

Poco después de la publicación del libro, se afirmó que muchos productos amino ácidos causaban pérdida de peso durante la noche mediante el incremento de la liberación de la hormona del crecimiento. Los llamados “liberadores de hormona de crecimiento” fueron también comercializados a fisicoconstructivistas con afirmaciones de que les ayudaría a construir músculo. Tales afirmaciones son infundadas porque los amino ácidos tomados por la boca no estimulan la liberación de la hormona de crecimiento. Estas fórmulas están basadas principalmente en estudios mal interpretados de la arginina intravenosa, que puede incrementar los niveles de la HGH en la sangre por una hora más o menos. Tomándola por la boca no tiene tal efecto. La FTC (o Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos) [5-9], y el Departamento de Asuntos al Consumidor de la Ciudad de Nueva York [10] atacaron a algunas compañías que hacían afirmaciones de “liberación de la hormona del crecimiento”, pero estas acciones tuvieron muy poco efecto en el mercado general.

En 1990, The New England Journal of Medicine publicó un estudio que atrajo la atención de los medios en general. El estudio involucraba a 12 hombres, de edades que iban desde los 61 años hasta los 81, que estaban aparentemente saludables pero tenían los niveles de IGF-I debajo de aquellos encontrados en hombres jóvenes normales. Los 12 hombres recibieron inyecciones de hormonas del crecimiento tres veces a la semana durante seis meses y se compararon con 9 hombres que no recibieron ningún tratamiento. El tratamiento resultó en una disminución de tejido adiposo (grasa) e incremento en la masa muscular y densidad de la espina lumbar [11]. Una editorial que acompañaba (al artículo) advertía que algunos de los sujetos habían experimentado efectos secundarios y que los efectos a largo plazo de la administración de HGH a adultos saludables era desconocida. También advertía que las inyecciones de hormona eran caras y que el estudio no examinaba si los hombres quienes recibieron la hormona habían mejorado sustancialmente su fuerza muscular, movilidad, o calidad de vida [1].

A pesar del aviso, el estudio inspiró a muchos médicos excéntricos a comercializarse a sí mismos como “especialistas en anti-envejecimiento”. Muchos de tales médicos ofrecen pruebas caras que supuestamente determinan la “edad biológica” del paciente, la cual ellos prometen disminuir con caras inyecciones de hormona y suplementos alimenticios. En el 2001, el programa Dateline de la cadena televisora NBC mostró lo que sucedió cuando una mujer de 57 años de edad visitó una clínica Cenegenics en Las Vegas, Nevada, donde se sometió a $1,500 dólares de pruebas y se le ofreció una hormona y un programa suplemental de 40 píldoras diarias que costaría $1,500 dólares al mes. Se le dijo que aunque se le probó “una edad de 54”, sus niveles hormonales estaban “sub-óptimos” y que óptimo sería un nivel de 30 años de edad [12].

El artículo de 1990 también ayudó a estimular la formación de la American Association for Anti-Aging Medicine (A4M) y la especialidad médica no reconocida de “medicina anti-envejecimiento”. El grupo, fundado en 1993, afirma que sus 11,500 miembros de los cuales el 80% son médicos o especialistas en osteopatía [13]. Muchos exponentes en sus conferencias han hecho afirmaciones cuestionables de productos relativos a la HGH.

El Internet a agregado otra dimensión al comercio de la HGH. Miles de sitios Web y envíos “spam” están pregonando la hormona misma, supuestos liberadores de HGH, supuestos productos hormonales orales (que no pueden funcionar porque cualquier hormona sería digerida), y/o productos “homeopáticos HGH”.

Cautela Necesaria

La HGH es útil para tratar la deficiencia hormonal de crecimiento en niños y adultos y tiene otros usos probados (aprobados por la FDA o Administración Federal de Medicinas de los Estados Unidos) [11]. Pero la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos ha advertido que el uso clínico de la hormona del crecimiento como tratamiento anti-envejecimiento o para pacientes con obesidad ordinaria no es recomendado [14].

Robert N. Butler, M.D., el notable gerontólogo quien fundó y dirige el International Longevity Center-USA ha advertido que la “así llamada medicina anti-envejecimiento es en su mayor parte un engaño. Simplemente no tenemos el equivalente de un brazalete de presión sanguínea para probar la edad”. Además agrega que:

Aunque los niveles de la hormona disminuyan con la edad, no se ha probado que tratar de mantener los niveles que existen en personas jóvenes es benéfico. Es concebible que los cambios relacionados con la edad hormonal puedan servir como marcadores útiles de edad fisiológica. Sin embargo, esto no ha sido todavía demostrado experimentalmente ni para humanos ni para animales. Aunque experimentos de reemplazo de hormonas han dado algunos resultados positivos (al menos a corto plazo), es claro que los efectos negativos secundarios también pueden ocurrir en la forma de un incrementado riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares, y cambios en el comportamiento.

Podría incluso suceder que los bajos niveles de la hormona del crecimiento sean un indicador de salud. Los hallazgos indican que los ratones que sobreproducen hormonas de crecimiento viven solo un corto tiempo, sugiriendo que la deficiencia de la hormona del crecimiento por sí misma no causa envejecimiento acelerado, pero que lo opuesto también puede ser verdad…

Los doctores quienes afirman tener la habilidad para medir “biomarcadores de envejecimiento” y favorablemente afectarlos no tiene las bases científicas [15].

En Marzo del 2003, el New England Journal of Medicine tomó el paso sin precedente de denunciar el mal uso del artículo de 1990 de Rudman. El texto completo del artículo fue puesto en línea para que los lectores pudieran leer por sí mismos lo que realmente decía; y editoriales señalaron que los reportes subsecuentes no proveían razón para estar optimistas. Como fué notado por el Editor en Jefe Jeffrey M. Drazen, M.D.:

Aunque los hallazgos del estudio son biológicamente interesantes, la duración del tratamiento fue tan corta que era muy poco probable que sus efectos secundarios hubieran emergido, y fue claro que los resultados no fueron suficientes para servir como una base para recomendaciones de tratamiento… Por cierto, Mary Lee Vance de la Universidad de Virginia dijo en una editorial adjunta, “Como hay tantas preguntas sin respuesta sobre el uso de la hormona del crecimiento en los ancianos y en adultos con deficiencia de hormona del crecimiento, su uso general ahora o en el futuro inmediato no está justificado”. El Dr. Vance recapitula su punto de vista (el de la Dra. Lee Vance) en el estudio en esa edición del Diario, y queda fundamentalmente sin cambio…

Estamos especialmente preocupados porque los e-mails promocionales aparentemente están enviando a los lectores a nuestro sitio Web; el artículo de 1990 por Rudman y otros recibe más visitas en una semana que las que otros artículos de 1990 reciben en un año. Si la gente está siendo inducida a comprar un “liberador de hormona humana del crecimiento” en la base de investigación publicada en el Diario, están siendo desinformados. Para poder advertir a aquellos quienes visitan nuestro sitio Web por esta razón, este artículo Perspectiva y los comentarios del Dr. Vance de ahora en adelante aparecerán con el artículo por Rudman y otros cada vez que sea descargado [16].

Citando varios estudios de inyecciones de HGH en los cuales los efectos secundarios fueron significativos [17-19], Vance concluyó que:

Los estudios que siguieron al reporte de 1990 por Rudman y otros confirman los efectos de la hormona del crecimiento en la composición del cuerpo pero no muestran mejoría en su funcionamiento. En contraste, el entrenamiento en resistencia mejora la fuerza muscular y la función, indicando que el esfuerzo real es beneficial. No existe actualmente una medicación “mágica-veloz” que retarde o reverse el envejecimiento [20].

Acción Regulatoria

En Abril del 2003, Nature’s Youth, LLC, de Centerville, Massachussetts, voluntariamente destruyó aproximadamente 5,700 cajas de “Nature’s Youth HGH” con un valor aproximado en el mercado de $515,000 dólares. La destrucción tuvo lugar después de que la FDA notificó a la compañía que las afirmaciones hechas sobre el producto no eran confirmadas y por lo tanto ilegales. La compañía había afirmado que el producto, que describió como un liberador de hormona de crecimiento, incrementaba la producción cardiaca, e que incrementaba las funciones inmunes, y que era “la mejor defensa de tu cuerpo contra el envejecimiento” [21]. Cuando se les pidió confirmación, la compañía citó el reporte de 1990 por Rudman, el cual, como se nota arriba, no apoya tales afirmaciones. El promotor dirigente del producto había sido G. Gordon Liddy, un antiguo conspirador (en el caso) Watergate quien sirvió cinco años en prisión y ahora presenta un programa de entrevistas afiliado a 160 estaciones de radio. En el 2002, el sitio Web de Nature’s Youth transmitió un testimonial de parte de Liddy:

Seguido me preguntan por mi secreto para conservarme viril, vigoroso, potente y fecundo. El secreto es que, además de no fumar o tomar alcohol, ejercitarme y seguir una dieta baja en calorías, grasa y carnes rojas y alta en pescado, he estado tomando por algún tiempo un Liberador de la Hormona Humana del Crecimiento especialmente formulada para mí y hasta ahora no disponible al público. Ahora, bajo la marca de Nature’s Youth HGH, la fórmula exacta que yo he estado usando está disponible para ustedes. Mi secreto ha salido. El Nature’s Youth HGH es cómo yo me conservo “Listo para Ir y Listo para Lanzar! [21]

En Conclusión

Aunque los niveles de la hormona del crecimiento disminuyen con la edad, no ha sido probado que tratar de mantener los niveles que existen en personas jóvenes sea benéfico. Considerando el alto costo, los efectos secundarios significativos, y la falta de efectividad probada, las inyecciones de HGH parecen ser una inversión muy pobre. Los llamados “liberadores de la hormona del crecimiento”, las “hormonas del crecimiento” orales, y los productos “HGH homeopáticos” son falsos.

Referencias

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Pearson D, Shaw S. Life Extension: A Practical Scientific Approach. New York: Warner Books, 1982.

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Rudman D and others. Effects of human growth hormone on men over 60 years old. New England Journal of Medicine 323:1-6, 1990.

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Butler RN. Some notes on “anti-aging” programs. Quackwatch

Drazen JM. Inappropriate advertising of dietary supplements. New England Journal of Medicine 348:777-778, 2003.

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