Cd. Juárez, México (8 junio 2004).- Música de Mozart en el patio mientras se toma el sol, fragancias con aroma de sándalo y colores pastel en las habitaciones, parecen cosas sacadas de una promoción hotelera, pero no lo son, todas forman parte del programa de rehabilitación de reos de alta peligrosidad que se puso en marcha el jueves en el Cereso de esta ciudad fronteriza.

Arturo Herrera Robles, director del centro penitenciario, explicó que por primera vez la aromaterapia y la musicoterapia se usarán en el tratamiento de personas de comportamientos criminales que el fin de semana fueron reubicados a las celdas elevadas conocidas como “Almoloyita”.

“Es un programa diferente basado en que tenemos una gran cantidad de internos, 70, que han cometido delitos muy graves que generaron una conmoción en la sociedad y que no se les había dado un tratamiento integral porque se buscaba más garantizar su integridad física o que no se fueran a fugar, porque sus sentencias son muy severas”, comentó.


El directivo agregó que primero se definió que esos reos “especiales” deberían de estar en un área diferente a los demás, con bardas muy altas, vigilancia permanente y sin tener contacto con el resto de los internos del penal, por lo que se construyó la habitación 16, un edificio circular con 12 celdas en donde ahora habitan 22 personas.

Todos los reclusos están acusados de homicidio y cumplen condenas superiores a los 20 años de prisión.


Herrera informó que los reos fueron cambiados de área por la saña con la que cometieron sus crímenes, ya que entre éstos hay homicidas de mujeres; uno que mató a dos paisanos a palazos en la cabeza; está Martín Lazcano Sepúlveda, quien hace unos meses asesinó a su esposa, la enterró en una letrina y después violó a su hijastra, y Erick Provencio Vargas, homicida de una enfermera a quien le dio más de 100 puñaladas.

Una vez en esta área, indicó, se inicia un trabajo basado en criminología, en sicología, en trabajo social y apoyado con técnicas como la aromaterapia, la musicoterapia, la ergoterapia (aplicación de la creatividad para evitar depresiones) y la ludoterapia (uso de juegos de mesa para estimulación mental), de tal manera que podamos trabajar con estos reos que traen conductas antisociales graves y que hay que diagnosticar porque no todos son paranoicos o esquizofrénicos.


El objetivo, explicó, es que los reclusos reciban un tratamiento integral en el que, una vez valorados por el personal del penal, se reintegren al resto de los internos en las áreas comunes hasta cumplir con su condena.

“La musicoterapia, que se aplica con música clásica para relajar al interno, nos va a permitir una agilidad mental a su cerebro en una forma positiva, despertar algunos aspectos positivos en el cerebro, lógico que esto se alterna con música popular para que no resientan, esto se hará a diferentes horas del día y de acuerdo con las actividades que el reo vaya a realizar y va a ir enlazado con las terapias restantes”, explicó.


Con la aromaterapia, detalló, se permitirá que la persona esté tranquila al momento de recibir la atención, por lo que manejarán diferentes tipos de incienso en la habitación, por la mañana de un tipo, por la tarde de otro y por la noche un tercer aroma, aunque no definió los aromas.

“Otra de nuestras actividades para lograr una atención integral a los reos es utilizar los colores pastel en las habitaciones, de manera en la que podamos mantenerlos relajados para darles esa atención especial”, indicó.


Benjamín Girón Chávez, de 54 años y sentenciado a 40 por el homicidio a palazos de dos paisanos, a los que les cruzaría sus vehículos hacia el interior del País por brechas, para no pagar impuestos, aseguró que todo lo que hagan por él será bien recibido.

“Lo malo es que no me dejaron seguir cuidando mis arbolitos y plantitas que tenía en la otra habitación, donde yo era el capataz, a ver si aquí en esta celdas me dejan serlo”, dijo sin fijar la mirada.


Fuente: http://www.mural.com/nacional/Articulo/386529/