Hacia el fin del milenio, el hombre ensalzaba sus deseos de una nueva humanidad que se liberara de distintos problemas humanos y del desorden del mundo a través de una nueva filosofía, espiritualidad o estilo de vida. En los comienzos de un nuevo milenio, se tuvo que desarrollar una nueva religión y una nueva forma de practicar la fe haciendo hincapié en lo que es fácil o pragmático. Algunos empezaron a considerar el ocultismo, la magia y los fenómenos religiosos a través de los ritos religiosos precristianos. El hambre de trascendencia que se hace evidente hoy entre algunas personas aparece en el deseo de éstas de unirse a las fuerzas de la naturaleza, mediante el redescubrimiento de los misterios que yacen ocultos en el mundo y los poderes que tienes unos supuestos seres extraterrestres. Han fomentado que la persona humana busque la legitima espiritualidad muy lejos de las religiones tradicionales. La idea de una nueva espiritualidad se basa a menudo en nuevas interpretaciones y creencias en ocurrencias religiosas y en la magia. La gran confusión creada por las doctrinas religiosas y los juicios morales han hecho que muchas personas se alejen de la fe cristiana y se pasen a prácticas mágicas. La magia y los fenómenos religiosos muy a menudo están en relación con la naturaleza.

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