Según consta en la acusación presentada por el Ministerio Público, el acusado que se desempeñaba como locutor en un radio comunitaria local se relacionó y realizó amistades con diversos niños a quienes los convencía sobre la existencia de seres de otro mundo (buenos y malos).
El acusado les hacía creer que tenía contacto con extraterrestres y que por esta razón ostentaba la calidad de guía “Super”. Las pruebas para acceder a dicha condición eran 15, consistiendo las últimas de ellas en tocaciones en los genitales, distintos abusos y finalmente la violación.
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