Para unos es un excelente trabajo que inaugura la era de la clonación terapéutica y la medicina regenerativa, tras varios intentos fallidos y algunos anuncios estrambóticos de sectas inspiradas por extraterrestres y ginecólogos deseosos de notoriedad. Otros vuelven a alertar sobre los riesgos científicos y los problemas éticos de utilizar embriones humanos como objetos curativos al servicio de otras personas. Dos concepciones del ser humano que ahora se vuelven a enfrentar con el anuncio coreano de clonación de una línea de células madre.
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