España – El Ministerio de Sanidad ha decidido poner coto al desenfreno por las pócimas y las infusiones salvajes con fines medicinales. Una afición por el tratamiento alternativo, vegetal y autogestionario que acumulaba riesgos si no se acotaban las especies potencialmente peligrosas. Desde ahora, doscientas plantas, consideradas tóxicas, quedarán fuera del circuito comercial y su uso restringido al empleo en farmacia, homeopatía o investigación. Una medida lógica para proteger la salud de los consumidores, que precede al futuro decreto sobre plantas medicinales.