Evan Ross no tenía muchas opciones, le habían diagnosticado un tumor cerebral e incluso con cirugía, radioterapia y quimioterpia, los médicos sólo le daban un 2% de probabilidades de sobrevivir. Tal vez por eso se decidió por la dosis más alta de quimioterapia, un tratamiento muy agresivo que combinó con sesiones de acupuntura y otras terapias alternativas. Mientras los fármacos mataban las células cancerígenas, el resto de abordajes le permitía afrontar el tratamiento con muchos menos efectos secundarios y una mejor calidad de vida.

Ocho años después sigue vivo, y ejerce la acupuntura en uno de los principales centros oncológicos del mundo el Cedars-Sinai Medical Center. Ross trabaja allí codo con codo con numerosos oncólogos y cirujanos con el objetivo de proporcionar a los pacientes ingresados el mayor número posible de terapias complementarias posibles. Y no sólo en casos de cáncer, sino también para personas que están recuperándose de un infarto cerebral o que padecen dolor crónico.

Acupuntura, hierbas, meditación, taichi, meditación, yoga o suplementos nutricionales son algunos de estos abordajes que pretenden mejorar la calidad de estos sujetos, aumentando sus niveles de energía y completando sus necesidades psico-espirituales. Todos ellos fueron los protagonistas de la conferencia celebrada en el centro la pasada semana con el fin de dar a conocer los avances en este terreno y darlos a conocer tanto a las personas que padezcan un tumor cerebral como a sus cuidadores.

Bajo el título ‘Engañando a los tumores cerebrales’, científicos de esta institución así como de la Universidad de Duke (Estados Unidos), la jornada reunió a acupuntores, oncólogos y expertos en medicinas alternativas con la intención de resolver los problemas prácticos que se les plantean a estos pacientes, mejorar su nutrición y aliviar los efectos secundarios provocados por la quimioterapia o la radioterapia.

En palabras del doctor Keith Black, director del Instituto Neuroquirúrgico Cedars-Sinai Maxine Dunitz (en Estados Unidos), "muchas de estas terapias están siendo investigadas para reforzar el sistema inmunológico, ‘provocando’ una defensa natural del propio organismo contra el cáncer". En su opinión, si la acupuntura o la meditación ofrecen bienestar físico, emocional y espiritual a estos pacientes, es probable que su sistema defensivo se fortalezca por sí solo, incrementando las probabilidades de que su evolución mejore.

Una de las cuestiones abordada por los participantes fue la seguridad de estas opciones, cómo evitar interacciones entre diferentes plantas medicinales o los efectos adversos, por ejemplo. A juicio de los ponentes, la comunicación es fundamental, y es necesario que los pacientes hablen con sus médicos sobre lo que están tomando, para que estas hierbas puedan integrarse adecuadamente en su tratamiento, evitando efectos secundarios o reacciones indeseables.

Además, no dejaron pasar la oportunidad para recomendar a los terapeutas que elijan tratamientos y opciones adecuadas al perfil de cada paciente. En función de sus gustos y aficiones puede elegirse la terapia que mejor se adecúe a cada enfermo. Las opciones son enormes: quiropráctica, yoga, homeopatía, reflexoterapia, suplementos vitamínicos…

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2003/10/16/oncologia/1066289504.html