En Tabasco, México, existe el Instituto Gnóstico de Antropología, que es una organización que cuenta con Sedes en Villahermosa, Cárdenas, Teapa y Macuspana.Misterio, razón oculta o vida espiritual, como sea, a la ciencia mística acceden los gnósticos mediante el uso de cuatro suprasentidos: La clarividencia, la clariaudiencia, la telepatía y la intuición, habilidades que permiten acudir al conocimiento de otros mundos superiores, como La Quinta Dimensión

Entre la gran discrepancia acerca del origen del universo que mantienen idealistas y materialistas, los gnósticos proponen una tercera interpretación:

No fue ni la materia o la idea las que devinieron hombre y naturaleza, sino la energía, fuente primaria de la que manaron todos los mundos y el estado de cosas tal y como las conocemos.

En Tabasco existe el Instituto Gnóstico de Antropología (IGA), y su director e instructor, el ingeniero Arturo Pérez Pompa, explica que esta organización nace como una necesidad de conocimiento, de interés común, altruismo y ayuda a la sociedad mediante lecturas, pláticas y prácticas de meditación y relajación.

La organización tabasqueña de gnosticismo fue fundada en 1988 por la Venerable Maestra Litelantes, y deriva de una institución más antigua establecida por su esposo, el también Venerable Maestro Samuel Aun Weor.

Durante el mes de julio del año que acaba de pasar, el IGA fue anfitrión de La Segunda Convención de Antropología Gnóstica, celebrada en Villahermosa.

El ingeniero Pérez Pompa señala que para los gnósticos hay dos tipos de ciencia, una de tipo materialista u oficial, cuyos conceptos, datos y contenidos son aportados por nuestros cinco sentidos, y otra es la ciencia mística, sustentada en lo que “nos dicen” los suprasentidos: clarividencia, clariaudiencia, telepatía e intuición y el conocimiento de los mundos superiores.

Manejar con destreza estos suprasentidos, permite las “salidas en astral” o desdoblamientos del cuerpo físico y transportarse de esta manera a la “Quinta Dimensión”, o “Mundo de los Sueños”.

A esa dimensión o mundo no ha llegado la ciencia oficial, aclara el ingeniero Pérez Pompa, y en su caso, las pruebas de desdoblamiento del cuerpo humano solamente atañen a las personas que han logrado tales habilidades.

La Quinta Dimensión, comenta el instructor, es un mundo supersensible, no tan denso, al que se llega mediante un vehículo menos denso: el cuerpo astral o sideral, algo que sociedades antiguas como la egipcia ya conocían.

El instructor Pérez Pompa, asegura dominar la técnica del desdoblamiento, para lo cual, apunta, no se necesita llegar a ser un gran místico o un iniciado al estilo de Jesucristo, Buda o Quetzalcóatl.

“Quien quiera comprobar la existencia de los mundos superiores puede hacerlo mediante el uso de prácticas tibetanas.

Eso sí, deben ejercitarse con mucha dedicación para dominarlas”.

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