El tratamiento llegó hace pocos años a Chile y ya es utilizado para tratar cuadros de depresión, inseguridades e hiperactividad en niños basándose en la premisa que la letra manuscrita refleja las realidades sicológica, emocional y biológica de las personas. Terapeutas y pacientes cuentan su experiencia. SANTIAGO, enero 03.- Una nueva forma de sanación natural está ganado adeptos en el último tiempo en Chile, especialmente entre quienes sufren problemas sicológicos relacionados con la timidez, introversión, baja autoestima, sentimientos de culpa, agresividad excedida, estrés y depresión.

Se trata de la grafoterapia o terapia de la escritura, la cual permite a personas obtener notables niveles de mejoría con la simple modificación de su letra. “Es una terapia a través de la escritura. Tú escribes, y a través de la grafología se detectan trazos que indican fortalezas y otros que indican debilidades. Un vez focalizado el trazo y la debilidad, se corrige para mejorarla”, explicó a Terra.cl la grafóloga argentina Estela Pereyra.

El sistema se basa en la premisa que en la letra manuscrita de cada persona se reflejan sus realidades sicológica, emocional y biológica, por lo que la escritura actuaría como una radiografía del funcionamiento del cuerpo y la mente.

Por ejemplo, una escritura redonda corresponde a personas pasivas, inclinada a la derecha puede ser de alguien nervioso y cuando resulta acostada hacia la izquierda se trata de alguien que ejerce una gran represión sobre sí misma. “Tomando en cuenta esto, la grafoterapia actúa de forma inversa. Es decir, se reeduca la escritura para que aquellos trazos y letras que presenten anomalías o trastornos se modifiquen y se solucione la disfunción”, explicó la chilena Carmen David, también experta en grafología.

PASOS DEL TRATAMIENTO

La grafóloga explicó que el tratamiento tiene varios pasos y que el primero es lograr confiar en que el método es efectivo. “Si quien que lo va a realizar no cree, no se puede hacer mucho para lograr que mejore, porque lo principal es el compromiso y la constancia”.

Una vez superada esa barrera, el paciente debe entregar al terapeuta una hoja escrita con 15 líneas de cualquier cosa –que no sea algo copiado de otra parte- y su firma, sobre la cual se realizará un completo análisis de las líneas. “Acto seguido se diseña una terapia con la escritura correcta, se le enseña a la persona cuáles son los rasgos que están potenciando ese problema y cómo debieran corregirse para atenuarlo. A partir de ahí la persona debe comenzar a ejercitar todos los días durante por lo menos una hora. Las reuniones con el terapeuta se realizan cada 3 meses y por espacio de un año”, explicó la grafóloga.

Agrega que uno de los casos más evidentes y comunes entre quienes consultan es el problema de la firma con una raya que tacha el nombre. “Un trazo sobre el nombre implica de todas maneras un autoestima baja, por lo que el paso más obvio es comenzar a hacer que la persona cambie a una firma menos agresiva consigo misma”, explicó.

En la escrita manuscrita reflejamos nuestra realidad sicológica, emocional y también biológica. A través del mejoramiento de la ecritura podemos modificar conscientemente algunas de anomalías o trastornos, entre otros:

– Aumenta la autoestima

– Mejora las relaciones sociales

– Aumenta la asimilación de conocimientos

– Mejora la memoria y el desorden

– Reduce la dislexia

– Reduce la hiperactividad

– Supera la timidez

– Refuerza los hábitos de estudios

– Supera fobias a exámenes y otra fobias

– Controla malos hábitos alimenticios, adiciones

– Elimina la agresividad e irritabilidad

– Vence la inseguridad

– Supera la depresión

– Trastornos psico-somáticos

http://www.terra.cl/noticias/noticias.cfm?id_cat=302&id_reg=337639