Un problema nuevo ha entrado al discurrir filosófico, en el campo de la Ética y su relación con las ciencias particulares: el impacto que los más modernos avances de la ciencia y la tecnología tendrán sobre los entornos físicos, sociales, biológicos y culturales del futuro humano, y de los dilemas morales que éstos traen consigo. Esta nueva vertiente de la especulación filosófica, en trámites de reafirmarse a lo largo del siglo XXI, tendrá que enredarse en fabulosas proyecciones futuristas que la convierten en Parafilosofía, disciplina que tendrá por delante la tarea de despejar el velo oscuro que cubre de incógnitas el mañana. Por Rafael Grillo.

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