El ingeniero argentino Miguel San Martín, quien diseñó el sistema control del robot Spirit que llegó a Marte, afirmó hoy que la misión superó “seis minutos de terror” en el amartizaje y estimó posible colonizar el planeta rojo.Buenos Aires, 6 Ene (Notimex).- San Martín señaló que “Marte es un planeta inhabitable, pero con el tiempo, aunque parezca ciencia ficción, podrían cambiarse sus condiciones, derretir el agua helada de sus polos, evaporar una parte y formar una atmósfera a cielo cerrado y volver posible la vida”.

En entrevista con la edición electrónica del diario La Nación, el experto de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos indicó que “de aquí en más, tal vez en cientos de años, la colonización (de Marte) sea un objetivo”.

Precisó que “el objetivo central de la misión actual es muy claro y consiste en establecer si en algún momento de la historia geológica de Marte hubo agua líquida en forma estable, condición imprescindible para la vida”.

“La misión de estos Rovers (nombres que reciben los dos robots que estarán en el planeta rojo) es saber si Marte fue parecido a la Tierra: cálido, húmedo, con ríos, lagos . y de aquí en más, tal vez en cientos de años, la colonización sea un objetivo”.

El especialista aseveró que “la humanidad tiene tendencia a extenderse y a conquistar nuevos territorios y también incide la curiosidad científica”.

El ingeniero aeroespacial argentino, quien radica desde 1978 en Estados Unidos, es el jefe del diseño y sistema de guía y control del Mars Exploration Rover, la misión que el pasado domingo amartizó con éxito en el cráter Gusev del llamado planeta rojo.

El robot Spirit comenzó a mandar imágenes tridimensionales del suelo marciano, en la primera misión exitosa de la NASA después de dos proyectos similares frustrados y la explosión del transbordador Columbia a mediados del año pasado.

San Martín explicó que “habíamos probado el mecanismo en el desierto de California, pero el desafío era que actuara en el escenario real para el que había sido diseñado. Por eso, el verdadero regalo de este día para mí es haber llegado”.

Detalló que “implicó sobrevivir a esos seis minutos que nosotros mismos, aquí en la NASA, bautizamos los seis minutos de terror, (pues) había que detener por completo una nave que se desplazaba a casi 20 mil kilómetros por hora en ese cortísimo lapso”.

“Estamos muy conmovidos. Necesitábamos buenas noticias. Esta es la primera nave que pudo descender después de dos misiones frustradas a Marte y a lo que ocurrió con el Columbia”, agregó el ingeniero San Martín, quien trabaja desde hace dos décadas en la NASA.

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