La nave espacial enviada por Estados Unidos para aterrizar en Marte, se acercaba a su destino final y funcionarios esperaban que aterrizara la noche del sábado o madrugada del domingo.La nave porta consigo un vehículo de seis ruedas, el “Spirit”, que se espera haga un recorrido en la superficie del llamado planeta “rojo”, para recopilar evidencia geológica y poder determinar si Marte fue alguna vez un lugar con vida.

La Agencia Espacial para la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, esperaba que el aterrizaje tuviera lugar en un cráter cercano al ecuador del planeta.

“Hemos hecho todo lo que podemos para garantizar que estas misiones sean un éxito”, comentó uno de los encargados del programa en la NASA, Charles Elachi.

Sin embargo, advirtió que el éxito de la misión, depende en gran medida de las condiciones en el terreno, donde hay un sinnúmero de factores fuera del control terrestre.

Una ráfaga de viento o una zona rocosa puede significar una mala noche, acotó Steve Squyres, el principal científico en el proyecto, en comentarios a la prensa en Pasadena.

Un tercio de los intentos previos de la agencia estadounidense por aterrizar en Marte en el pasado, han fracasado por motivos diversos.

Conforme al plan en vigor, los encargados del proyecto en la Tierra, podrían escuchar señales del “Spirit” apenas minutos después de su prevista llegada a Marte, pero no hay garantía de ello, dado que las comunicaciones son imperfectas.

Este énfasis en el mensaje de la NASA, sugiere una especie de control de daños por adelantado, en caso de que la misión fracase.

El “Spirit” está programado para, además de recopilar las pruebas geológicas, tomar y enviar fotografías de la zona, entre otras funciones, por un periodo de hasta 90 días.

El proyecto, con un costo de 820 millones de dólares, incluye un segundo aparato en marcha, llamado “Opportunity”, que se espera aterrice en el planeta rojo hacia el 24 de enero.

El último intento para aterrizar en Marte tuvo lugar en 1999 y fracaso por una falla de programación en tierra.

Fuente: MPG-Con información de Notimex.