Tras el éxito de la temporada 2003, Víctor Sueiro vuelve con su programa mañana, a las 23, por Canal 13.Está lejos del cartel de nombres como Marcelo Tinelli, Julián Weich o los protagonistas de “Son amores” y de “Resistiré”, pero en silencio se instaló junto a ellos como uno de los grandes ganadores de la temporada televisiva 2003. Gracias a “Misterios y milagros”, un ciclo de características inéditas en la TV argentina que cobró notable repercusión desde su estreno, hace exactamente un año, Víctor Sueiro recuperó un lugar protagónico en un medio al que decidió regresar después de un voluntario alejamiento de 13 años.
Con el espaldarazo de las elevadas mediciones de audiencia alcanzadas en el primer tramo de 2003, Sueiro aceptó la invitación de Canal 13 para encarar un capítulo dos de “Misterios y milagros”, que este año se extenderá hasta mediados de abril con 16 entregas, tres más que en la temporada pasada. “Va a ser igual, pero diferente. Le dije a mi producción que hiciéramos como el Gatopardo: cambiemos para que en el fondo todo siga igual”, bromea Sueiro mientras se toma en su casa de Vicente López un respiro del intenso trabajo de preproducción encarado a lo largo de las últimas semanas junto a un equipo de diez personas, del que destaca el trabajo de la productora Paola Segato, el realizador Marcelo Demattei y el editor Julián Marini .
“Si el año pasado la meta fue apuntar a la esperanza, este año reforzamos la apuesta, pero le vamos a agregar un profundo compromiso con el amor. Lo que se va a ver tiene una impresionante potencia emocional”, dice el periodista y escritor, que no disimula la satisfacción por haber salido airoso de lo que considera como el desafío más fuerte del programa desde su lanzamiento.
Rigor y magia
“Logramos mantener en todo momento -precisa- una línea de equilibrio y de respeto para evitar cualquier riesgo de manipulación. Desde el comienzo fui extremadamente riguroso con los testimonios, que son chequeados una y otra vez. Pero, por otro lado, se registró un fenómeno asombroso con este programa: cuando algo no funcionaba, mágicamente aparecía el elemento que nos faltaba para corregir esa necesidad. Y aquellas personas que buscábamos y no podíamos encontrar de repente llamaban solas.”
Sin modificar su esquema básico, este año “Misterios y milagros” propone algunas innovaciones. En este sentido, Sueiro describe que cada programa arrancará con una frase de alguna personalidad célebre de la historia a modo de prólogo de un breve relato (de entre tres y cuatro minutos) sobre misterios y leyendas urbanas de títulos tan sugestivos como “La mujer del vestido celeste”.
Además, dos de las 16 emisiones de este ciclo estarán íntegramente dedicadas a fenómenos misteriosos. “Le agregamos este año una cuota más de misterio al programa, porque hemos comprobado que la gente siempre quiere saber más sobre estas cosas”, agrega.
El otro hecho significativo que seguramente distinguirá al nuevo “Misterios y milagros” de su antecesor pasa por un par de experiencias personales vividas en los últimos meses por el conductor. Una de ellas fue el haber recibido el premio Juntos para Educar (“la mejor distinción que creo haber ganado en mi vida”, afirma), otorgado por la Vicaría para la Educación del Arzobispado de Buenos Aires. Y la otra fue la nueva crisis cardíaca que sufrió a comienzos de diciembre último y que logró superar gracias a una angioplastia (la séptima que debió soportar), practicada por el cardiólogo Luis de la Fuente.
En carne propia
“Este episodio es una nueva demostración de lo que yo llamo diosidades y el pensador Carl Jung denominaba coincidencias significativas . Yo jamás creo en casualidades y prefiero hablar de intervenciones sobrenaturales, algo que no constituye una mala palabra, sino todo lo contrario. Juan Pablo II dijo que negar lo sobrenatural es negar la esencia misma de la Iglesia y del cristianismo, y yo creo que esa afirmación se extiende a todas las religiones”, precisa Sueiro, antes de adjudicar a esta serie de factores que califica de extraordinarios esta nueva superación de un episodio ingrato con su salud.
“El doctor De la Fuente, que es mi ángel guardián y me salvó la vida varias veces, iba a volver a la Argentina desde Estados Unidos el 6 de diciembre, pero lo convencí de que regresara antes porque había sido elegido para aparecer en la tapa clásica con los personajes del año de la revista “Gente” y la producción fotográfica se hacía a fines de noviembre”, relata Sueiro.
“El 2 de diciembre -agrega- me dio la pataleta y, gracias a Dios, el doctor De la Fuente me pudo operar. Cualquier otro integrante de su equipo lo hubiera hecho igual de bien, pero que él haya estado aquí antes de lo previsto, justo en estas circunstancias, tiene para mí un valor especial.”
Sueiro narró, durante el ciclo 2003 de “Misterios y milagros” su propia experiencia de muerte clínica en 1990, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. “Conté todo en detalle, pero no me quebré. Y este año, con algunos de los testimonios que se van a ver en el programa, me quiebro de veras. Conozco todos los casos y las historias al detalle, pero cada vez que veo alguna de ellas con toda esa fuerza interior me cuesta disimular la emoción.”
El periodista dice haber sorteado con mucho éxito aquel episodio y el que le tocó vivir recientemente, al que calificó de duro y difícil, gracias a tres puntales: “La fe, que muchos creen que es cosa de flojos, pero exige un coraje bárbaro, el humor y la ciencia, que es un elemento que Dios puso a nuestro alcance para ayudar a hacer milagros”.
Sueiro no sabe si el ciclo de “Misterios y milagros” que comienza mañana, a las 23, por Canal 13, pero que a partir de la semana que viene irá todos los lunes, a la misma hora, será el último. “Todo está más allá de mi alcance, como cuando escribí allá por los 90 en uno de mis libros que todo esto recién comenzaba. Yo me dejo llevar por la emoción que recibo de la gente y que es el sentimiento más puro que pasa por el corazón del hombre. A mí me resulta muy difícil hacer otra cosa.”
Por Marcelo Stiletano
De la Redacción de LA NACION
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