No hay diferencias entre el sueño y la realidad, dice aquí Deepak Chopra. También habla de su último libro, en el que plantea que entender las coincidencias es la clave para que se cumplan los deseos.
Hacia la mitad de la conversación, con toda calma Deepak Chopra dirá que el otro no existe. ¿Acaso no hay otra realidad que la propia conciencia, vivimos en un monólogo con el espejo? No. “En la realidad profunda el otro no existe”, dirá este hombre que ha escrito 28 libros para decir que la realidad no es lo que parece y que se puede agarrar las riendas del propio destino y llevarlo manso adonde uno quiera. De eso, “la profunda verdad que yace detrás de la ilusión de la vida cotidiana” se trata su último libro, Sincrodestino.

No ha sido sencillo llegar a estos minutos de encuentro telefónico con Chopra. El hombre está ocupado: trabaja hace mucho en el campo de la medicina mente-cuerpo. En 1995 puso en California un campo de salud: el “Centro Chopra para el bienestar”, da conferencias, graba casetes y videos. Ya vendió 20 millones de libros. Que fueron traducidos a 35 idiomas. Es decir, lo llaman desde todo el mundo.

Así que fue necesario pedir la entrevista con anticipación y esperar la cita. Pasaron tres meses. Pero el día fijado, él atiende el teléfono en persona, desde su casa en La Jolla, California. La voz que suena es grave, de hablar pausado. Amable.

El “sincrodestino”, escribió Chopra, es un estado “en el que es posible alcanzar el cumplimiento espontáneo de todos nuestros deseos”. Y esto tiene que ver con evaluar correctamente las “coincidencias” a nuestro alrededor. Se trata de identificar esas coincidencias, tomar conciencia de ellas mientras ocurren y ver “la interrelación de todas las cosas, cómo cada una influye en la otra, cómo están sincronizadas entre sí”. Las coincidencias, dice, dirigen nuestra vida.

—Si dependemos de coincidencias ¿existe el libre albedrío? ¿Tomamos alguna decisión propia?

—El pasado determina las circunstancias en que nos encontramos. Sin embargo, lo que hacemos con esas circunstancias se basa en el libre albedrío. De modo que las circunstancias están determinadas por el pasado pero las elecciones que hacemos en esas circunstancias dependen de la voluntad. Se puede decir que el universo es un intercambio dinámico constante entre lo determinado y el libre albedrío.

—Entonces nuestras decisiones no son coincidencias.

—Nuestras decisiones están condicionadas por las circunstancias del pasado y serán base para las coincidencias del futuro.

—¿Cómo sabemos cuándo estamos dominados por el pasado y cuándo estamos tomando decisiones libres?

—Cuando uno toma una decisión libre, siente alegría y certeza y se siente a gusto.

Chopra va tirando de las palabras, como si desenrollara ideas apretadas en una madeja. No se impacienta. Ha escrito que “los milagros ocurren todos los días” y que son “las estrellas fugaces de la vida cotidiana”. Y que nos dan oportunidades, pero no sabemos verlos.

—¿Qué es un milagro?

—El milagro es la transformación de lo no manifiesto en manifiesto. Y, de acuerdo con esta definición, la vida es un milagro, todo es un milagro. El hecho de que usted y yo estemos hablando por teléfono es un milagro.

—No tiene por qué ser algo dramático…

—No. La gente verdaderamente iluminada ve cada momento como un milagro.

—Pero si todo es un milagro, nada es un milagro…

—Se puede decir eso. Pero para los que se sienten cómodos con lo impredecible, con lo desconocido, la vida es un milagro.

Deepak Chopra afirma que el Universo es el reflejo de uno y de su conciencia. Es aquí que viene la pregunta: si todo soy yo y mi conciencia ¿hay otro? No, dijo que no. Lo explica:

—Hay una sola conciencia y, en esa sola conciencia, está contenido todo el mundo y todos los puntos de observación y todos los objetos de observación. Da la impresión de que no es así porque todo lo que experimentamos lo hacemos a través de una cáscara de opinión personal y experiencia personal. Es a través de esa identidad con un conjunto personal de creencias que uno tiene la experiencia de sí mismo y los demás.

—Entonces, ¿se puede tener una comunicación profunda con otra persona?

—La comunicación que se puede tener con otro es reflejo de la comunicación con uno mismo.

Esas son las cosas que hay que entender para hablar con Chopra. Una sola conciencia y también un solo estado de conciencia, sin más diferencias entre el sueño y la vigilia que la establecida porque “en el estado de vigilia de la conciencia la racionalizamos y en el estado de sueño no lo hacemos. Pero la idea es despertar tanto del sueño como de la vida diurna y verlos como proyecciones de la propia conciencia”.

—¿Entonces la realidad de los sueños es tan cierta como la de aquello que llamamos vida?

—La vida de todos los días es una alucinación convincente. Creo que el amor es la única realidad en definitiva. El amor está en el conocimiento de que el que ama y el amado son uno. Es mucho más que un sentimiento o una emoción.

http://old.clarin.com/diario/2004/01/04/s-03415.htm