Continuemos repasando las fuentes de información de las que extrae sus datos el documentalista financiado con 8 millones de dólares. En el delirante capítulo dedicado a la vida de Jesús, Benítez asegura, entre otras cosas: «Jesús de Nazaret nació a las 12 del mediodía de un 21 de agosto», «En los 24 años en que Jesús vivió en Nazaret jamás estuvo oculto, ahí vio crecer a sus ocho hermanos: Santiago, Miriam, José, Simón, Marta, Judas, Amos y Ruth», «A los 27 años emprende una fascinante aventura, el sueño de su vida: viajar de incógnito realizando una gira por el Mediterráneo y parte de Oriente». Todas estas afirmaciones, y muchas más por el estilo, las obtiene de las siguientes fuentes: en primer lugar, «hace muchos años recibí una información privilegiada»; en segundo lugar, «según mis noticias», y en tercer lugar, «según mis informaciones».

Esto es todo, en ningún momento da ninguna indicación más sobre el origen de sus datos (quizá porque se le caería la cara de vergüenza al decir cuál es: principalmente, El libro de Urantia, una obra ¡¡escrita por espíritus extraterrestres!! que dedica uno de sus tomos a narrar la vida de uno de tales seres cósmicos encarnado en nuestro planeta con el nombre de Jesús).

En otros capítulos, sí ha revelado sus fuentes. Así, para descubrir el origen de los moais de la isla de Pascua, datados hace muchos siglos, Benítez va descartando todas las explicaciones de los estudiosos serios, para terminar creyendo el relato mítico de los ancianos del lugar.

El mismo proceder sigue cuando trata de explicar las líneas del desierto de Nazca. ¿Se imaginan a Juan Luis Arsuaga investigando en Atapuerca despreciando todos los trabajos paleontológicos y preguntando a los ancianos de Burgos cómo creen que vivía el Homo antecessor?

Jesús y el Coliseo

Aunque el método de trabajo de Benítez tenga sus problemas, hay que reconocer que sus resultados le permiten hacer afirmaciones absolutamente precisas sobre asuntos en los que nadie más se atrevería a hablar con tanta exactitud. Volviendo a la vida de Jesús, aunque no nos haya querido contar cómo lo supo, Benítez sabe datos como que «el 12 de junio de 26 Juan Bautista fue detenido por soldados de Herodes» o «el lunes 3 de abril de 30 Jesús se enfrentó a los mercaderes en el templo», conoce las verdaderas palabras que Jesús dijo a Pedro y que fueron, según él, manipuladas por los evangelistas para justificar la fundación de la Iglesia, controla el número de apariciones de Jesús resucitado con tal detalle que afirma que fueron 19 en total, teniendo lugar la quinta «el domingo 9 de abril de 30, en casa de José de Arimatea, a las 16.15, ante María Magdalena y 24 mujeres más».

Lástima que tales datos, estupendos pero incomprobables, se vuelvan poco fiables al aparecer junto a otros comprobables y completamente falsos. Dice Benítez: «Nadie imagina hoy a Jesús de Nazaret caminando o sentado en las gradas del formidable Coliseo romano; sin embargo, así fue…, allí disfrutó de los Juegos y de la belleza de la capital del Imperio»; se conoce que las informaciones privilegiadas a las que ha tenido acceso Benítez no incluían ningún libro de texto de «Cultura clásica» de 4º de ESO en el que leer que el Coliseo se construyó unos 30 años después de la muerte de Cristo.

Las trampas, mentiras y errores de Benítez son muchas más que las aquí indicadas y este suplemento no dispone de espacio suficiente para recogerlas todas. Pero eso tiene la ventaja de que así nosotros podemos seguir jugando a descubrirlas. Si usted quiere seguir la diversión, recuerde que no necesita 8 millones de euros, que, además, seguro que TVE no está dispuesta a pagárselos, como hizo con Benítez. Sólo necesita un poco de sentido común, lógica aristotélica y pensamiento crítico, algunos libros, como Fraudes paranormales de James Randi, Errores, falacias y mentiras de Peter Villanueva Hering, o la revista «El escéptico» publicada por la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, y una lenta conexión a Internet en la que poder consultar algunas páginas. Y si el juego le aburre o le indigna, encontrará en las cadenas por cable y satélite excelentes documentales serios, ninguno de ellos realizado por TVE.

Fuente: La Nueva España.