En Chile los chamanes que se reúnen antes de cada partido para beneficiar al equipo local.09:00 AM CST 02 Jan 2004 (15:00 GMT)
Buenos Aires (dpa)
Redacción Deportes

“Si con macumba -la magia de los ritos afrobrasileños- uno ganara campeonatos, el de Bahía terminaría siempre empatado”, dijo alguna vez el ya fallecido entrenador y periodista brasileño Joao Saldanha.

Esa famosa frase parece haber desestimulado en Brasil, el país de la umbanda y el candomblé, el recurso de la brujería como una manera de sacar ventajas extradeportivas.

Sin embargo, las noticias sobre este tipo de “ayudas” volvieron a ponerse sobre el tapete en los últimos días, a propósito de la final de la Copa Sudamericana, entre River y Cienciano.

Un grupo de autodenominados chamanes, practicantes de la magia negra, realizaron un conjuro contra el delantero chileno Marcelo Salas. El retrato del jugador de River sufrió el embate de las espadas y puñales de los brujos y fue amarrado” (hechizado) para que no rinda a la altura de sus atributos.

Tomando en cuenta lo que sucedió en la cancha, parece que el trabajo hubiera rendido sus frutos: Salas sufrió una lesión y apenas pudo disputar 16 minutos. River jugó mejor que el Cienciano, pero terminó perdiendo con el único tiro al arco ejecutado por los cusqueños en todo el partido.

Y en Chile hubo repercusiones. Curanderos de la etnia aborigen mapuche (“machis”) salieron a decir que efectivamente Salas, que tiene ascendencia mapuche, había sido víctima de un maleficio y que debiera hacerse una sanación espiritual para cortar su larga racha de lesiones.

El “machi” mapuche Manuel Loncovil manifestó: “Presiento que a él le hicieron algo aunque desestimó que detrás de los malos momentos del ‘Matador’ estén los brujos peruanos”.

“Toda supuesta brujería que se hace en público no es efectiva. Yo no creo que producto de lo que ellos hicieron tuviese esta lesión, pero sí siento que hay algo anterior de lo que debe preocuparse”, agregó.

Por su parte, Francisco Chureo, director del Hospital de medicina integral Maquehue, se mostró dispuesto a darle una mano al delantero. “En su caso, la medicina occidental no le ayudará, habría que buscarle una buena ‘machi’ para que le hiciera un buen trabajo y nosotros estamos dispuesto a ayudarlo si él quiere”, indicó.

Aunque los partidos de fútbol se definen en la cancha, once contra once, está claro que, al menos en Latinoamérica, son muchos los que piensan que las influencias externas son decisivas.

Hay de todo como en botica: desde tarotistas que pronostican resultados antes de los partidos importantes de la selección, en Chile, hasta chamanes que se reúnen antes de cada partido para beneficiar al equipo local y perjudicar al visitante, con hechizos practicados con tabaco y agua, entre otros elementos, en Perú.

Pero esos no son los únicos países donde algunos entrecruzan a las supersticiones y la magia con el fútbol. En Paraguay, a principios de este año los directivos del club 12 de Octubre reportaron que se les había hecho un “payé” -una especie de brujería que se le hace a una persona para que todo le vaya mal-, ya que habían encontrado una gallina negra muerta envuelta con tiras rojas y unas velas en el estadio del club.

La interpretación de los dirigentes se vio reforzada porque su equipo, consagrado subcampeón el año pasado, había tenido una racha de mala suerte y este año estuvo peleando para no ir al descenso.

E incluso en Argentina, los “recursos extraños” también tuvieron sus adeptos. Por ejemplo, cuando dirigía al Racing Club, el inefable Juan Carlos “Toto” Lorenzo “localizó” un sapo muerto en una de las áreas de la cancha, hecho al que adjudicó la responsabilidad de la larga racha de años sin títulos para la “Academia”.

Lorenzo hizo desenterrar el sapo, pero Racing Club tuvo que esperar muchos años más para volver a gritar campeón. Antes de eso, los racinguistas organizaron una multitudinaria misa en el propio estadio, para “exorcizar” tanta malaria, incluido el riesgo cierto de desaparición del club por una quiebra.

Ejemplos, unos y otros, de que para muchos creyentes de la “religión fútbol”, los elementos sobrenaturales son, o pretenden que sean, tan importantes como la táctica diseñada por entrenadores y la técnica y la garra desplegada en el campo por los jugadores.

Fuente: www.elmundo.com.sv