Los controladores han hecho dos intentos más para contactar al aterrizador Beagle-2, el cual se piensa que entró a la atmósfera Marciana el 25 de Diciembre: Con el radio telescopio Jodrell Bank y de nuevo con el Mars Odyssey. Aunque están desilusionados, los ingenieros todavía tienen algunos trucos bajo la manga. Se ha armado un equipo especial y está trabajando doble turno para encontrar soluciones para los problemas potenciales con el aterrizador, si es que hubo problemas mecánicos o de software, o si terminó en un ángulo incorrecto. La gente realmente comenzará a perder esperanzas a principios de Enero cuando el Mars Express alcance su órbita polar final – es la nave espacial con la cual el Beagle-2 fue diseñado para comunicarse.