El Cairo – La madre del enfermo de parálisis cerebral de seis años de edad Saif había perdido la esperanza de que la medicina moderna pueda mejorar su salud cuando una alternativa de cientos de años practicada por el Profeta Musulmán Mahoma vino al rescate.”Se volvió más alerta, relajado y los movimientos involuntarios cesaron”, dijo la mamá de Saif, Hoda Abdel Reheem.

El tratamiento, llamado “hejama” en Arábico, requiere evacuar aire de tazas puestas en partes del cuerpo, principalmente en la espalda, para succionar la piel y estimular el flujo sanguíneo.

El tratamiento es citado varias veces en una narrativa, conocida como el “hadith”, sobre las hazañas y dichos de Mahoma, el fundador del Islam quien vivió en Arabia en los siglos VI y VII. Algunos practicantes dicen que incluso se remota al Egipto Faraónico.

Los Egipcios están poniendo su fe cada vez más en “la medicina del profeta”, a pesar de una prohibición oficial, para tratar enfermedades que la medicina moderna a fallado en curar.

Aunque es popular con ricos y pobres, para los menos acaudalados de Egipto, el tratamiento ofrece una alternativa asequible a la medicina privada y cuidado de salud por parte del estado, que muchos piensan que es inadecuada.

Muchos desprecian la práctica.

“Es como pedirle a la gente que se deshaga de sus carros y cabalguen en camellos”, dijo a Reuters el dirigente del Sindicato de Doctores de Egipto, Hamdy el-Saied.

Dijo que el sindicato no aprueba la medicina alternativa. Los doctores descubiertos utilizando tratamientos que no han sido probados científicamente, podrían encarar un consejo disciplinario. El consejo podría castigarlos con una advertencia o suspendiendo sus licencias, dijo.

Desafiando la prohibición

Después de una operación de cesárea, Manar Ahmed de 33 años de edad sufrió problemas incluyendo trombosis. Dos operaciones y consultas especialistas no pudieron aminorar su dolor.

Pero dijo que el tratamiento semanal de hejama había logrado lo que la medicina moderna no. “Después de la primera (sesión) comencé a ponerme mejor. Ahora estoy normal otra vez”, dijo Manar.

Dice que todavíanecesita el tratamiento de vez en cuando, pero que ya no visita al hombre que la trató porque las autoridades han confiscado su equipo y cerrado su clínica por practicar hejama.

“La primera acusación fue por practicar hejama. La otra fue por vender hierbas para tratamiento sin licencia”, dijo Hany el-Ghazawy, practicante hejama de Manar.

Ghazawy dijo que pronto se iría de Egipto para instalar una clínica en Arabia Saudita, habiendo recibido ofertas de un número de otros países para administrar centros hejama. Hejama es permitido en otros estados de Arabia incluyendo el Líbano y Siria.

“Realmente duele decir que hasta recibí una oferta de Israel para practicar lo que se me prohíbe practicar en mi propio país”, dijo. Egipto firmó un tratado de paz con Istrael en 1979, pero las relaciones han permanecido frías.

Ignorando a los oficiales

Ignorando a las autoridades, algunos predicadores han instado a más Egipcios a aprender cómo practicar hejama.

El sanador popular Sheikh Ahmed Hefny, quien enseña y aplica hejama sin cobrar, urge a los Egipcios, especialmente a los doctores, a estudiar el tratamiento para curar familiares, amigos, y a los pobres.

Junto al hejama, una dieta que incluye dátiles y miel, que se cree que es similar a la del Profeta Mahoma, podría tratar condiciones incluyendo diabetes, dijo.
“Shekh Hefny, quien no es doctor, dice a los Egipcioes que no tienen que tener calificaciones médicas formales para practicar hejama.

Ese mensaje parece estar prevaleciendo en la sociedad Musulmana de Egipto, sobre la que obseradores dicen que se aferra ahora más fuertemente a su identidad Islámica. Más y más sanadores populares están aprendiendo sobre el hejama, evadiendo a las autoridades llevando su equipo de casa en casa.

Cobrando 30 libras Egipcias (unos $5 dólares EU) por una sesión, los sanadores populares son más económicos que la medicina moderna privada en un país donde un maestro empleado de gobierno gana el equivalente a $50 dólares mensuales.

Para los más adinerados, algunos doctores ofrecen el tradicional tratamiento en sus clínicas donde las autoridades Egipcias encuentran difícil restringir sus actividades. Algunos doctores puede cobrar cinco veces más que los sanadores que van de casa en casa.

Fuente: Reuters
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