Casi un tercio de los hombres con cáncer de próstata de Ontario, Canadá,
están utilizando medicina complementaria o alternativa además del tratamiento
convencional contra el cáncer, dicen los investigadores.La autora líder del estudio, la Profesora Heather Boon de la Universidad de
Toronto, dice que los números son una "llamada de atención" a los clínicos que
pueden pensar que los hombres ancianos (aquellos con más probabilidad de ser
diagnosticados con cáncer de próstata) son menos propensos a utilizar medicina
complementaria.

"Usualmente vemos gente más joven y mujeres como los usuarios más comunes",
dijo Boon, miembro de la Leslie Dan Faculty of Pharmacy de la
Universidad, "pero claramente es un fenómeno que está sucediendo en todas las
edades y sexos. Los clínicos necesitamos estar atentos de esto y discutirlo con
nuestros pacientes".

El estudio, publicado en la edición de Noviembre del diario Urology
está basado en una encuesta de una muestra aleatoria de 696 hombres de Ontario
diagnosticados con cáncer de próstata. Los estudios mostraron que el 29.8 por
ciento de los encuestados utilizaron medicina complementaria. Un 26.5 por ciento
de ellos utilizó productos naturales, comúnmente vitamina E,  palmito
aserrado, y selenio.

Este hallazgo eleva la preocupación sobre las potenciales interacciones
adversas, dice Boon. Por ejemplo, tomar un producto tal como al vitamina E – un
antioxidante – podría de hecho disminuir la efectividad de algunas terapias
convencionales porque los antioxidantes pueden interferir en cómo algunas
terapias de radiación y quimioterapias funcionan.

"Para algunos de estos productos, no está claro si tomarlos al mismo tiempo
que las terapias convencionales sea buena idea o no", dice Boon. "En la mayoría
de los casos no tenemos evidencia definitiva sobre si son buenos o malos".
Señaló que mientas el palmito aserrado, por ejemplo, puede ser útil en el manejo
de una próstata crecida benigna, no ha sido probado efectivo contra el cáncer de
próstata.

El estudio fue fundado por los Canadian Institutes of Health Research
e incluyó co-investigadores de la Universidad de Toronto, la Universidad de
Ontario del Oeste, el Toronto Sunnybrook Regional Cancer Centre, el
University Health Network
y el London Regional Cancer Centre.

Fuente: (Universidad de Toronto, Asuntos Públicos)
Por Jessica Whiteside