Un estudiante de segundo año de la Universidad de Wisconsin-River Falls planea pasar sus vacaciones de invierno sondeando partículas subatómicas en el Polo Sur con un equipo de científicos involucrados en el Proyecto IceCube de la UW-Madison.El proyecto incluye el uso de un telescopio, enterrado a una milla de profundidad en el hielo antártico, para medir y cartografiar el camino de neutrinos, la partícula de materia más pequeña conocida, mientras llegan desde el espacio arriba del Hemisferio Septentrional a través de la Tierra al Polo Sur.

Los trabajos en el observatorio de $250 millones de dólares, conocido como IceCube y fundado por la National Science Foundation, comenzaron hace unos dos años y se planea que terminarán en el 2008.

El telescopio IceCube, para medir un kilómetro cúbico, será hecho de 4,800 sensores ópticos del tamaño de una pelota de basquetbol, encordados como cuentas en 80 cables eléctricos y de fibra óptica enterrados en el fondo del hielo.

El aparato funcionará como una bombilla de luz en reversa, capturando los pequeños conos de luz azul conocidos como muones emitidos por neutrinos cuando colisionan con otras partículas subatómicas en el hielo.

Otras versionas anteriores de telescopios de partículas subatómicas han sido construidas por otros investigadores he implantadas en el océano y en lo profundo de minas inundadas.

Pero el portavoz de la UW-Madison, Terry Devitt, dice que han sido menos efectivas porque son más pequeñas que lo que será el IceCube y porque el agua con sus corrientes y formas de vida no permite que las colisiones de los neutrinos sean capturadas también como en el hielo.

El nombre del estudiante es Jonathan Eisch y tiene 19 años de edad.