Una nube gigante de partículas cargadas desde el Sol chocó con el campo magnético de la Tierra el Miércoles en la mañana, causando una tormenta geomagnética severa y un incremento en la actividad auroral. Las partículas salieron de la estrella a las 1154 TMG el Martes, en lo que se considera como la llamarada solar más grande que haya sido dirigida hacia la Tierra en décadas.Su llegada alrededor de las 0700 TMG significa que llegó mucho más rápido de lo esperado, viajando a una velocidad de alrededor de 8 millones de kilómetros por hora. Los primeros rastros se habían esperado a las 1800 TMG.

Las buenas noticias, de acuerdo a Paal Brekke, subdirector científico del proyecto del satélite para la observación del Sol, SOHO, son que la tormenta causada por el impacto de la llamarada aparentemente se debilitan rápidamente.

Esto es probablemente porque las partículas tienen un componente magnético que apunta hacia el norte, dice. “Si tuvieran un campo magnético apuntando hacia el sur, sabemos que interactuaría más violentamente con la magnetoesfera terrestre”, dice. “Así que fuimos bastante suertudos”.

Las noticias llegaron como alivio para los operadores de redes de energía y satélites, quienes estuvieron preparándose para la tormenta. Las fluctuaciones causadas en el campo magnético pueden afectar los sistemas electrónicos y las redes de energía mediante la inducción de corrientes en los conductores.

Las tormentas geomagnéticas también pueden afectar las comunicaciones de radiofrecuencia alta y los sistemas de navegación satelital.

La llamarada ya causó que la Agencia Espacial Europea apagara los instrumentos abordo de algunos de sus sondas y telescopios espaciales, incluyendo al XMM e Integral. La nave espacial Mars Express también tuvo que recurrir a utilizar giroscopios para estabilizarse, porque la llamarada hizo imposible que usara estrellas distantes como puntos de referencia.

Esto no debe afectar la misión, dice Mike McKay, director de las misiones del Mars Express y el Smart 1, en la European Space Operations Centre en Darmstadt, Alemania. Pero la llamarada dejará algunos efectos a largo plazo, dice: “La estructura de paneles solares tienden a envejecer un poco más rápido”.

La velocidad a la cual la llamarada nos llegó es solo el más reciente evento inusual en una semana turbulenta en el Sol. El ciclo solar llegó a su cumbre en el 2000, el cual es cuando la mayoría de la actividad se esperaba. Pero dos manchas solares masivas y un número de llamaradas han sido vistas en los últimos siete días.

Fuente: New Scientist.