Estimado amante de la parapsicología:

Seré breve porque tengo cita con el psicólogo, que nos vamos a tomar unas cañas
y unas patatas bravas y a discutir sobre mi problema de inmadurez y de incapacidad
de estudiar el universo, así como mi irracionalidad y mi inestabilidad emocional,
que me hace rechazar las creencias estúpidas simplemente porque tengo pruebas en
contra… ¡Ya ve usted! ¡Pruebas! Si es que hay cada pirado por ahí… Sin olvidar
mi profunda indolencia, que me hace mostrarme indiferente ante la gente que me insulta,
en lugar de adoptar una postura sana y equilibrada como la de los magufos y dedicarme
a insultar, del mismo modo, a la otra persona.

Así que le doy a usted la razón, querido místico; en efecto, mis argumentos son
pueriles y no puedo demostrar ninguna teoría física, mientras que los suyos son
tan brillantes y sus pruebas, tan concluyentes… La gravitación es una patraña
(Newton era un capullo y Einstein un juerguista). ¿El electromagnetismo? ¡Pura farsa!
(James Clerk Maxwell tenía problemas con la bebida, se lo digo yo). Y la astrofísica…
vamos, de esa ni hablar (el verdadero nombre de Chandrasekhar era Apu Nahasapemapetilan,
y regentó durante años un sucio badulaque en el Pueblo de Springfield; y en cuanto
a Edwin Hubble, vestía ropa interior femenina). En cuanto a la física de partículas,
qué le voy a contar (Fermi pertenecía a la Mafia, Feynman se pasaba el día tocando
los bongos y Gell-Mann inventaba palabras raras como “quark”). Así que la física
es una mierda, especialmente al lado de la astrología, que nos ha proporcionado
un conocimiento interior tan profundo y apasionante… Y qué decir de los astrólogos,
esos bienhechores con túnica cuyos sabios consejos animan a la juventud a interesarse
por los misterios del universo como el karma, la reencarnación, la homeopatía, los
OVNIS y el no menos apasionante enigma del material con el que se fabrican de las
hamburguesas de McDonalds…

En fin, que ¿cómo iba yo a hablar de los planetas, de las estrellas, de la estructura
del universo y de las fuerzas y energías fundamentales del cosmos siendo simplemente
un físico? Hombre, si no sabes astrología no sabes nada sobre el mundo, eso ya lo
decían los antiguos hace 2000 años. Eso, y que había que realizar sacrificios humanos,
una costumbre que, por desgracia, se ha ido perdiendo (hay tantas personas que sacrificar
y tan poco tiempo…). Vamos, que menos mal que están ustedes aquí para enseñarme
el método científico y el pensamiento racional, y para recordarme que las ciencias
fundamentales son: astrología, alquimia, espiritismo, ufología, y curanderismo,
y no matemáticas, física, química, biología, y geología… En fin, que se me había
olvidado en qué plano de existencia vivo, y eso que juego a Dungeons&Dragons y estoy
acostumbrado a vérmelas con genios, demonios y otros habitantes de los Planos Exteriores.
Seguramente me habré pasado de parada y me habré bajado en un plano de existencia
que no era, porque eso de los viajes astrales está muy mal señalizado. Por eso no
entendía lo poco que sabe la ciencia moderna y la cantidad de cosas maravillosas
que sólo la parapsicología puede explicar, porque para eso están los parapsicólogos:
para explicar misterios inexplicables y para que los beneficios de Porsche aumenten
de manera espectacular, que buena falta le hace al negocio automovilístico alemán.

Yo criticando y criticando, cuando precisamente por gentuza como yo es por lo que
el saber no ha avanzado tanto como debiera. Si ya me lo dicen ustedes los crédulos:
“Jaaaime, tienes que ser más lanzaaado, que no nos crees en nada estuuúpido, que
siempre te pones muy esceeéptico, y a este paso nunca te nos vas a echar novia…”,
pero yo erre que erre con mis racionalismo. Y es que tienen ustedes razón, en lugar
de empecinarme en decir que algo es una patraña maloliente por el insignificante
hecho de que haya cientos de pruebas en contra, debería arriesgarme y apoyar las
ingeniosas tesis de la parapsicología. Porque al final tendré que admitir la evidencia,
y evidentemente la astrología y todas esas cosas son tan reales como las gambas
superinteligentes y la bondad de Sadam Hussein, por poner sólo dos ejemplos de cosas
reales (pero reales, reales, reales, ¿eh?)… Y además es mejor aceptar estas cosas
cuanto antes… si luego es mucho más divertido engañar a un merluzo haciéndole
creer que puedes adivinar el futuro. Y encima te llevas su pasta. Y el muy lerdo
todavía se irá a su casa poniéndome por las nubes por todo lo que le he ayudado,
y por eso de la ley de la oferta y la demanda me enriqueceré en un plisplás, porque,
como dice la Biblia, “el número de tontos es infinito”. Bueno, sí, estaré engañando
a ese pobre ingenuo, forzándole a vivir en una mentira y quizá incitándole a tomar
malas decisiones, pero bueno… nada que una tapita de caviar iraní y un poco champán
francés no puedan arreglar. Me acostumbraré a estafar, como se acostumbraron todos
los videntes que me precedieron. Luego hasta se olvida que es una estafa, y uno
se cree que de verdad toda esa enorme bola de mierda es una realidad profunda del
cosmos.

Que sí, que está claro, que la astrología no es un dogma. Que
sólo se acepta lo que funciona. Y las estadísticas que dicen que la tasa de fallos
de los astrólogos es del 90% son sólo un montaje de los arrogantes cientifistas
para quitarles el negocio a los humildes videntes. Vamos, que los científicos no
tienen bastante con sus castillos, sus limusinas y sus rubias despampanantes como
para, encima, quitarles el sustento y descalificar sin fundamento alguno a los pobres
parapsicólogos, que apenas tienen un faisán con ostras que llevarse a la boca. Pobrecillos
los parapsicólogos, con lo humildes y buenos que son, qué majos, con lo que nos
ayudan y nos orientan. ¡Huy! ¡Y lo que saben! Si vas a un astrólogo (pero a uno
de los buenos, no vayas a ir a uno que de verdad pueda predecir algo, que la liamos),
y le pides que te cuente cuál es la explicación de la inusual precesión del perihelio
de Mercurio, te dirá “¿y qué carajos es eso?” No pienses que es ignorancia ¿eh?
¡Pura filosofía oriental! Te está forzando a aprenderlo por ti solo… Te está enseñando
a descubrir las cosas por ti mismo ¿Se puede pedir más? ¿Por qué acudir a la Relatividad
General para entender el movimiento planetario cuando es más fácil no entenderlo
y decir que vale para predecir el futuro, que es más fácil, divertido, gratificante
y lucrativo? Y además, después, en los foros de Internet, no tenemos que defender
la astrología. Basta con soltar una retahíla de argumentos sin sentido camuflados
con un poco de jerga seudofilosófica y cuasitrascendental y… ¡bingo! Podemos irnos
tranquilamente a dormir sabiendo que hemos contribuido a perpetuar el conocimiento
y la verdad en el mundo.

Porque, a ver ¿para qué nos sirve la ciencia tendiendo parapsicología? Hombre, está
lo de la medicina, que ha duplicado nuestra experiencia de vida en apenas un siglo;
pero, claro, eso es porque previamente los curanderos y homeópatas habían mantenido
vivos a los médicos, con lo cual el mérito es del curanderismo. La verdad es que
también están las fibras sintéticas, los nuevos materiales, el teléfono, la electricidad,
los automóviles, la televisión, Internet, la agricultura y ganadería modernas, los
bolígrafos, los faxes, los aires acondicionados, las lacas para el pelo, los CDs,
los aviones, los microchips, el agua corriente, la ingeniería, los secadores de
pelo, los medicamentos, el cine, la radio, los periódicos, la calefacción, los sistemas
de saneamiento… Pero, claro, todas esas cosas se han desarrollado porque los astros
han influido sobre la gente para que descubrieran todas esas cosas, de modo que
al final todo está en la astrología. ¡Qué haríamos sin astrología, Santa Bárbara
bendita, madre de San Agustín! ¡Y sin todas esas pseudociencias que nos enseñan
lo ridículamente infantil que es el cosmos y lo grandiosamente prepotentes que somos
dentro de una creación que no conocemos y que no queremos entender!

No puedo creerme que haya sido tan ignorante como para hostigar a los sabios de
las pseudociencias. Porque vamos a ver, sólo porque el hecho de que a Galileo quisieran
quemarle por motivos religiosos, no vamos nosotros a criticar a la astrología sólo
porque tengamos razones para hacerlo. Eso es ser vengativo, y además cruel y despiadado.
Y es que criticar con argumentos las ideas erróneas es muuucho más despreciable
que matar a una persona por puro dogmatismo. Pido disculpas.

Y luego está toda esa Naturaleza Mística que se extiende ante mis ojos, y yo empeñado
en dedicarme a la naturaleza real, que carece de todo interés. En fin, ¡cuánto les
admiro, amantes de la pseudociencia, por ser capaz de leer el maravilloso libro
de la Naturaleza Mística! Yo ya me he comprado un ejemplar de ese libro, encuadernado
en lujoso cartoné, con prólogo del señor Zeus, Ph.D. (profesor de la universidad
del Monte Olimpo) y prefacio de Mr. Odín (de la Escuela Superior de Artes Bélicas
del Valhalla). Y además me regalan un DVD con entrevistas exclusivas a espíritus
famosos, en los que nos cuentan, de modo distendido, cómo es la vida en el Otro
Mundo, qué es lo que se lleva (creo que este eón vuelven los tonos pastel) y todo
eso… Y prometo leer el libro de la Naturaleza Mística, para, en lugar de perder
el tiempo tratando de entender el universo real que me rodea, pueda conocer el maravilloso
mundo imaginario del espiritualismo místico trascendente vital energético, y así
pueda convertirme en un feliz ignorante convencido de mi superioridad mental aún
en ausencia de justificaciones morales o lógicas. Y para poder leer ese libro, que
nadie me moleste y me sumerja en un viaje sin escalas hacia el autoconocimiento,
me voy a tomar unas vacaciones en el País del Chocolate, donde las aceras son de
caramelo y las farolas de regaliz, donde llueve nuez moscada y las casas están hechas
de mazapán…

Porque, puestos a sumergirnos en fantasías inútiles, ya que soy fan de Star Wars
y El Señor de los Anillos ¿por qué no serlo de la astrología? Bueno, para esto sí
tengo un argumento, y perdóneme usted por usar mi pueril e inmadura lógica (incomparable
con el fastuoso poder del misticismo): Star Wars y El Señor de los Anillos son mucho,
pero que mucho más divertidas que la parapsicología. Y si no ¿a quién le sienta
mejor la capa, a Rappel o a Darth Vader? Y ¿qué naves molan más, las de la Flota
Imperial o los OVNIs que sólo avistan los magufos? ¿Y qué poderes son más impresionantes,
los de un astrólogo barriobajero o los de Gandalf el Gris? Y ya puestos, ¿quién
no diría que soy como un héroe de fantasía, defensor del bien y la verdad, humilde
pero valeroso, en una eterna lucha contra la maldad y la tiranía, contra la oscuridad
y la ignorancia, al más puro estilo Frodo vs. Sauron o Skywalker vs. Palpatine?

En fin, Pilarín, que antes de despedirme por penúltima vez, sólo me queda poner
un ejemplo de lógica aplastante e irrefutable, al más puro estilo de los parapsicólogos
y familia, cuya sabiduría y racionalidad debería servirnos a todos como guía para
poder romper las barreras del conocimiento y propugnar la ignorancia y la estupidez
como estandarte de nuestras vidas. Y así podríamos proponer cualquier ridícula teoría
sin miedo a que algún listillo nos la pise basándose en “pruebas”. Porque hay por
ahí muchas teorías interesantes que entran dentro del campo de lo puramente misticotrascendentespirituoso
que han sido duramente criticadas por los capullos científicos inmaduros y frustrados,
pero que al mismo tiempo explican cosas que la ciencia no puede ni soñar en alcanzar,
y que nos ayudan a ser más espirituales y, mayormente, más imbéciles. Por ejemplo:
el alma de las alubias, la predicción del futuro según los posos de aceite del cárter
de un motor de seis cilindros en uve, los divertidos y siempre sorprendentes juegos
de cartas que los espíritus practican en el Más Allá (como el tute astral y el mus
etéreo), las zarigüeyas alienígenas de Mozambique, las carrozas del orgullo gay
en el antiguo Egipto, los ovnis con publicidad de Pirelli en los alerones (por aquello
de que la potencia sin control no sirve de nada) y las ancestrales civilizaciones
perdidas de Villarejo del Monte, cuyos conocimientos sobre fontanería superan con
mucho al de nuestros actuales y bien preparados técnicos, esos que enseñan el culo
cuando se agachan y sentencian: «Si. Aquí ejtá el prioblema».

Pues eso, que ahí va ese ejemplo de lógica aplastante:

Hace poco, unos científicos alemanes realizaron una excavación arqueológica, y descubrieron
pequeños trozos de cobre a 50 metros de profundidad. Tras estudiar las muestras,
llegaron a la conclusión de que los antiguos pueblos germánicos disponían de una
red telefónica de hilo de cobre hace unos 2.500 años.

Los chinos no quisieron ser menos, iniciaron sus propias excavaciones y descubrieron
restos de vidrio a 100 metros de profundidad. Llegaron a la conclusión de que los
antiguos pobladores del este de Asia hace 5.000 años poseían una compleja red de
comunicaciones por fibra óptica.

Así que los españoles se pusieron a excavar como locos, y a nada menos que 200 metros
de profundidad, en un yacimiento de Cuenca… no descubrieron absolutamente nada.
Así que nuestros sabios llegaron a la conclusión lógica de que en España, hace 12.000
años, nuestros ancestros ya tenían teléfonos móviles…

Y es que no hay nada como usar la lógica. ¡Y si no, preguntadle a un astrólogo!

Un saludo

Mil Gracias al Autor: Jaime Nieves
Administrador del Grupo Sobre Ciencia de MSN Groups.